El atestado policial es el documento donde se extienden y contienen las diligencias que llevan a cabo los funcionarios de Policía Judicial (y que pueden ser indicio o medio de prueba, o incluso prueba material), resultantes de la comprobación y averiguación de los hechos presuntamente delictivos, aprehensión, en su caso, de sus responsables, y ocupación de los efectos o instrumentos procedentes de la infracción penal. Así, en el atestado policial se ha de dejar constancia de todas aquellas diligencias de prevención e investigación efectuadas sobre un ilícito penal y que posteriormente se integrarán en el procedimiento penal correspondiente. Por ello, no es extraño considerar que el atestado así concebido constituya la primera piedra y los cimientos de un edificio jurídico procesal que finalizará con una sentencia condenatoria o absolutoria. Por tanto, bien sea como piedra angular o elemento esencial, será un pilar importante del armazón que conforma los distintos componentes que integran los procedimientos penales.
La creciente desigualdad en el siglo XXI es un grave problema social y sus causas y consecuencias provocan debates y controversias que implican desde agentes sociales y políticos hasta economistas. En Desigualdad, Carles Lalueza-Fox ofrece una visión totalmente nueva de este tema al examinar las huellas genéticas dejadas por la desigualdad en los humanos a lo largo de su historia.
Lalueza-Fox describe una serie de estudios genéticos, que son ahora posibles gracias a nuevas tecnologías de secuenciación del ADN, que revelan repetidos episodios de desigualdad en las sociedades antiguas: poderosos sobre pobres, hombres sobre mujeres y poblaciones tecnológicamente avanzadas sobre sociedades tradicionales.
A través de su ADN, los esqueletos anónimos del pasado pueden hablarnos por primera vez y nos cuentan sus historias de sufrimiento y desigualdad. Y nosotros, que somos en buena medida los descendientes de los que practicaron la desigualdad en el pasado, estamos en situación de preguntarnos cómo pensamos afrontarla en el futuro.
Si la filosofía de Kant constituye el punto de partida del pensamiento contemporáneo, la filosofía de Schelling representa uno de los caminos posibles y, sin duda, más originales.
Tras la muerte de su mujer en 1809, aquel que había sido discípulo de Fichte y seguidor de Hegel comienza a elaborar una filosofía crítica de la existencia, anteponiendo el ser a la esencia, aunque también a la conciencia. Schelling clausura así el Idealismo y avanza más allá, sentando las bases de algunos de los debates de mayor calado de la filosofía contemporánea.
Si la filosofía pura racional, meramente teorética, termina pensando el concepto de Dios, la filosofía positiva de Schelling invierte el modelo al considerar la existencia de Dios como raíz de la metafísica empírica que se desenvuelve en la historia. La conciencia humana aparece entonces como «éxtasis de Dios», elemento crucial en el drama divino, donde la divinidad pugna por superarse a sí misma, alcanzando el Bien y sometiendo al mal.
Al abordar de un modo que apunta al método fenomenológico la filosofía de la mitología, Schelling describe los fundamentos de esta peculiar historia sagrada a partir del hecho religioso, categoría que anticipa la filosofía de la revelación.