En 1933, un matrimonio escoces dice ver a una enorme criatura emergiendo en la superficie del Lago Ness, y la noticia del avistamiento se convierte en fenómeno mediático y un imbatible reclamo turístico. Casi cien años despues, Laura Fernández navega por las verdosas aguas del lago tras las huellas de Nessie o lo que queda de una leyenda que se ha ido cerrando sobre sí misma. Entre plesiosaurios,cazadores de monstruos, reporteros, fake news y un par de delfines soldado, el relato del viaje de la escritora a las Tierras Altas es la crónica y personal reescritura de esta historia popular, pero tambien, una reflexión al puro estilo Fernández acerca del acto de imaginar, creer y crear realidad, de la delgada línea entre la ficción y lo real, y de lo monstruoso y lo esquivo como llaves que abren las compuertas hacia los muchos mundos que componen un mundo, nos recuerda Nessie, misteriosamente fantástico.
Naomi Klein nos presenta la guía definitiva para resistir a las nuevas políticas del shock, un desafío mundial.
¿Recuerdan cuando se suponía que el amor iba a triunfar sobre el odio? ¿O que hubo un momento en que las petroleras y los banqueros parecían estar amilanados y a la defensiva? ¿Qué demonios pasó? ¿Y qué podemos hacer al respecto? Naomi Klein nos explica cómo hemos llegado a este punto y cómo podemos cambiar las cosas para mejor.
Decir no no basta revela, entre otras cosas, que la desorientación que sentimos nos la han provocado deliberadamente. Que por todo el mundo, para generar una crisis tras otra, se están utilizando tácticas de shock diseñadas para forzar políticas que van a arruinar a la gente, el medio ambiente, la economía y nuestra seguridad. Que el extremismo no es un hecho aberrante, sino un cóctel tóxico de nuestros tiempos.
Sin importar la edad que tengas, la familia de donde provengas o los conocimientos con los que uentas, tarde o temprano tendrás que pasar por situaciones que no son exactamente lo que esperabas enfrentar. Estas circunstancias llegaron sin avisar, sín pedir permiso, para victimizarte, aislarte o hacerte sentir que jamás podrás superarla. ¡No le des el gusto! Porque precisamente el modo en cómo decidas hacerle frente a lo que te acontece es lo que marcará la diferencia entre si terminas rendido o superas tal embate como un sobreviviente. Uno que al ver lo que fue quebrado, no se lamenta por los pedazos sino que se enfoca en lo que puede hacer con ellos.