Pocos días antes de los ataques que Hamás llevó a cabo en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023, Isabella Hammad pronunciaba en la Universidad de Columbia una conferencia en memoria de Edward W. Said en la que exponía con toda su crudeza el conflicto palestino-israelí y daba voz a la lucha palestina por la libertad.
En un texto lleno de claridad moral y brillantez intelectual, Hammad nos lleva de la anagnórisis de Aristóteles, el procedimiento por el que dos personajes se reconocen, a la epifanía de James Joyce, que interpreta como toma de conciencia, para concluir con una coda emocionada y combativa sobre un conflicto que sigue sembrando la destrucción.
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Anne tenía sus oficinas. Ocho personas permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidas y enviadas a campos de concentración. Desde su escondite y en las más precarias condiciones, Anne, una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Anne y sus acompañantes. Anne murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.
«La televisión, desde la superficie hacia sus profundidades, trata del deseo. Y el deseo es a la narrativa lo que el azúcar es a la comida humana».
En un momento en que la cultura audiovisual está más presente que nunca gracias a las plataformas de streaming y el consumo (masivo y doméstico) de series y películas, este ensayo de David Foster Wallace, uno de los más influyentes del autor, se vuelve una lectura imprescindible y atemporal.
Este libro pone el foco en el impacto que el imaginario de las series de televisión norteamericanas tiene en la literatura. Frente a la incapacidad de escapar de su influencia, el uso de la ironía se ha convertido en la única defensa posible. Gracias a este análisis, Foster Wallace perfila al individuo del siglo XXI: un ser anclado a una pantalla y atravesado por la cultura popular.