Pocas naciones insulares han conmovido tanto como Cuba. Desde la embriagadora Habana de Hemingway hasta el Buena Vista Social Club de Ry Cooder, Cuba ha fascinado persistentemente a sus visitantes por su música (del jazz a la rumba), su rica literatura, su arte y danza y quizás, sobre todo, por su audaz experimento de una revolución socialista.
Antoni Kapcia muestra cómo el deshielo en las relaciones entre Cuba y EE. UU. exige ahora una nueva valoración del país y de su historia moderna. Explora con autoridad la "esencia" de la revolución cubana, mostrándola como un fenómeno inconformista ligado no tanto al socialismo o al comunismo sino a una visión idealista del nacionalismo poscolonial. Reevaluando la Crisis de los Misiles Cubanos de 1962, el autor examina las personalidades centrales: no sólo el famoso trío del Che Guevara, Fidel y Raúl Castro y su papel en la formación de las ideas de la revolución sino, aún más atrás, la ideología visionaria de José Martí. El libro de Kapcia reflexiona sobre el futuro de la revolución cuando su gobierno comenzó a ceder el poder a una nueva generación.
El Cairo, sueño de dioses recoge dos miradas tan distintas como complementarias. Las vívidas impresiones del poeta romántico francés Gerard de Nerval contrastan con el rigor de la egiptóloga británica Amelia B. Edwards en sus viajes a El Cairo durante la segunda mitad del siglo XIX. Su fascinación, reflejada en las espléndidas ilustraciones de la época contenidas en este libro, pervive hasta nuestros días.
Desde hace décadas venimos asistiendo al bochornoso espectáculo de una sucesión de reformas educativas –llevadas a cabo por gobiernos de todos los colores– siempre fallidas, pero siempre funcionales a unos intereses espurios. Secundadas por un ejército de «expertos en educación» que sirven como propagandistas del nuevo orden educativo, el mayor «logro» de estas reformas –con su corolario de antiintelectualismo, infantilización y «ludificación»– ha sido condenar al alumnado a la servidumbre laboral.
Escuela o barbarie plantea una crítica radical del papel que en el terreno educativo está desempeñando el discurso de una pedagogía dominante cuyos sofismas –revestidos a menudo de una falsa apariencia progresista– conducen a resultados extraordinariamente reaccionarios. De esta forma, los autores contribuyen a rearmar intelectualmente la educación frente al ataque neoliberal que acecha a la enseñanza pública.