«La historia del alma es la historia de la idea que el hombre tiene de sí mismo frente a la muerte. Desde los primeros humanos que descubrieron los ciclos de la naturaleza hasta los últimos, quienes vislumbrarán la vida terrestre fuera del planeta, pasando por los hombres de las pirámides, del ágora, del foro, de la iglesia, hasta llegar al hombre del supermercado planetario, es la odisea que me propongo relatar. Del alma inmaterial al alma digital, todo converge hacia la posibilidad de un posthumano inaugural de lo inhumano. Este futuro es ya nuestro presente.» Michel Onfray
Una reflexión radical sobre la primacía del goce desmedido en la sociedad capitalista contemporánea.
La vida contemporánea está definida por los excesos: siempre debe haber más, nunca nada nos parece suficiente. Es imprescindible un excedente de lo que necesitamos para disfrutar verdaderamente de lo que tenemos.
En El plus de goce, Slavoj Žižek argumenta que lo que excede nuestras necesidades es, por su propia naturaleza, insustancial e innecesario. Lo perverso de la cuestión, no obstante, es que sin dicho sobrante no seríamos capaces de disfrutar de lo sustancial y necesario, ni de identificar «la cantidad perfecta» para nosotros. ¿Hay alguna vía de escape al vicioso ciclo del plus de goce o estamos condenados a querer siempre más?
Referenciando desde la película Joker hasta canciones pop, desde Tomás de Aquino hasta la historia de las pandemias, Žižek sostiene que reconocer la sociedad de goce en la que vivimos tal como es puede proporcionarnos una explicación de los impasses políticos en los que nos encontramos hoy en día y plantea que si empezamos a reconocer, aunque sea un poco, que las perlas de «goce» que encontramos en el exceso son vanas y endebles, quizá podremos encontrar una salida.
En marzo de 1938, los soldados alemanes cruzaron la frontera con Austria y Hitler hizo realidad su deseo de anexionar el país al Tercer Reich. Ante estos acontecimientos, muchos judíos habían hecho preparativos para ponerse a salvo, pero no Sigmund Freud. Con 81 años de edad y enfermo de cáncer, el famoso psicoanalista judío era incapaz de contemplar la posibilidad de abandonar su querida Viena, ajeno al peligro inminente que corría su vida. Pero varias personas prominentes cercanas a él intentaron convencerlo para que emigrara a Londres: el médico galés que llevó el psicoanálisis a Gran Bretaña; la sobrina nieta de Napoleón; un embajador estadounidense; la devota hija menor de Freud, Anna; y su médico personal.
Andrew Nagorski narra la apasionante vida de Freud y cómo su círculo cercano logró salvarlo para que pudiera vivir sus últimos meses en libertad, a la vez que retrata la Europa de primera mitad del siglo XX: la historia de una gran ciudad, de un imperio que se derrumba, de un terror creciente y de un hombre que cambiaría nuestra forma de pensar.