Una extensa y detallada historia del origen y el desarrollo de los Gulags soviéticos y su herencia hasta la actualidad.
El Gulag aparece en la conciencia de occidente en 1977 con la publicación de la obra de Aleksandr Solzhenitsin Archipiélago Gulag. A partir de nuevos estudios, memorias publicadas tras la caída de la URSS y algunos archivos hasta ahora secretos, Anne Applebaum realiza una reconstrucción histórica del origen y la evolución de los campos de concentración soviéticos que devuelve este infausto e inolvidable episodio al centro de la tormentosa historia del convulso siglo XX. Con detalle y precisión asistimos a la vida cotidiana en el campo: las automutilaciones para evitar los trabajos forzados, las bodas entre prisioneros, la vida de las mujeres y los niños, las rebeliones y los intentos de fuga.
El libro, documentado y riguroso, sostiene que el Gulag nació no solo por la necesidad de aislar a los elementos que el Partido Comunista consideraba enemigos, sino para conseguir, al mismo tiempo, una masa de trabajadores-esclavos que trabajara a cambio de comida en inmensos proyectos como el canal del mar Blanco o las minas de Kolimá. Tras la descripción del horror organizado por el régimen soviético, el libro narra cómo Gorbachov, cuya familia se vio directamente afectada por esta política represiva, decidió terminar con este régimen carcelario liberando a la ciudadanía de uno de los más perversos y crueles sistemas represivos que el mundo ha conocido.
En esta brillante investigación sobre la política y los significados de los paisajes urbanos, el original sociólogo Göran Therborn nos propone un viaje alrededor de las ciudades capitales del mundo. El recorrido comienza con la emergencia de los Estados nación, para los que la constitución de su propia capital se convirtió pronto en una cuestión problemática. El análisis sigue luego con el impacto de las grandes reformas urbanas, los movimientos de protesta y resistencia popular, el auge y caída del fascismo y la experiencia del comunismo. Finalmente concluye con lo que llama «momentos globales» de la formación urbana. A través del entrecruzamiento de distintas perspectivas (política, sociológica, urbana, iconográfica), Therborn cuestiona las asunciones acerca de las fuentes, manifestaciones y alcance del poder urbano.
El primer siglo de la historia del cristianismo, que con frecuencia se ha presentado como el simple comienzo de la Iglesia, estuvo marcado en realidad por diferentes momentos cruciales tan inesperados como decisivos: la prematura muerte de Jesús, las apariciones del Resucitado, el establecimiento de los discípulos en Jerusalén, la sacudida causada por los helenistas, la ruptura de Pablo con la Gran Iglesia, la terrible tempestad de los años sesenta, la revitalización del judaísmo por Yohanan ben Zakai y sus discípulos, la exclusión de los minim de las sinagogas hacia 90-100 y la apertura, a comienzos del siglo II, del gran debate sobre la integración del cristianismo en el seno de la sociedad grecorromana.
La conciencia colectiva de los cristianos se fue poco a poco constituyendo y enriqueciendo en el curso de estos choques sucesivos. Judíos mesiánicos en sus inicios, los cristianos tomaron progresivamente conciencia de su originalidad en relación con el judaísmo. De lengua aramea, descubrieron la cultura griega y optaron en su mayoría por este nuevo medio. Hacia 125-150, salido del entorno protector del judaísmo, el cristianismo echa a volar con sus propias alas. Ha adquirido el pleno conocimiento de sí del adulto. Del joven tiene todavía la presunción de la que dan prueba los Apologetas y la intrepidez de los confesores que se niegan a toda concesión. Su infancia ha tocado a su fin. Helo aquí dispuesto a afrontar las tempestades de la madurez, que se anuncian rudas.