La prueba principal de la existencia de Dios, yace en el he-
cho de que, nada sucede a no ser que algo lo cause, así mismo,
los bizcochos no desaparecen del envase, a menos que los dedos
de alguien se los lleven, y un nogal no brota del suelo, si antes
no cayó allí una nuez. Los fi lósofos enuncian este principio,
diciendo que “cada efecto debe tener una causa”.
Radical y revolucionario, a partir de su particular observaciÓn de las masas sociales de su tiempo-entonces vinculadas normalmente a un rey- y de la historia de los pueblos y civilizaciones más relevantes hasta esa fecha,Rousseau hace un profundo estudio acerca de los vínculos que unen a estos súbditos con sus soberanos. Este pensador, escritor,mísico,filósofo,naturalista y botánico,no cree que este vínculo que los une resida en la fuerza o la sumisión, sino que el hombre renuncia de manera voluntaria a su estado de inocencia natural para así poder someterse a las normas de la sociedad imperante, y todo ello a cambio de unos derechos y beneficios de mayor calado que son innatos al intercambio social que se genera. Todo este consentimiento, que es totalmente voluntario, se materializará mediante un contrato, el ''contrato social''.