El apasionantes relato de las primeras mujeres que lucharon por la igualdad. En el siglo XIV, Christine de Pizan inició una corriente que evolucionó con el paso del tiempo hasta convertirse en el movimiento feminista. Considerada como la primera mujer escritora, fue una de las pioneras en defender que las mujeres debían recibir la misma educación que los hombres. A esta primera reivindicación seguirían otras. Mujeres ilustres durante mucho tiempo silenciadas o no lo bastante reconocidas, como Mary Wollstonecraft, Emmeline Pankhurst o Clara Campoamor, lucharían con denuedo por conseguir avances para la mujer. En este libro, Sandra Ferrer, periodista especializada en la historia de las mujeres, traza la vívida historia de las pioneras del feminismo desde la Edad Media hasta la actualidad. A través de las vidas de mujeres destacadas que rompieron los esquemas de su época, la autora nos recuerda que la lucha feminista se remonta mucho tiempo atrás y que cada una de las mujeres de este libro contribuyó a construir el edificio que hoy es el feminismo. Este fascinante relato de las vidas de estas pioneras y de quienes las rodearon y apoyaron, contado con habilidad y humanidad, ilustra la compleja situación en la que se encontraban las mujeres en el pasado y arroja luz sobre los orígenes de un movimiento que todavía hoy lucha por la igualdad en nuestra sociedad.
Si la literatura es una de las herramientas que la sociedad utiliza para construir su identidad, un espejo en el que mirarse y reconocerse, esta propuesta nace de un intento de saber cuál sería la respuesta de la literatura a la pregunta de quiénes somos. El crítico y editor Constantino Bértolo despliega en esta obra su extensa experiencia, su profundo conocimiento de las letras españolas y una capacidad de análisis acerada para ofrecer un recorrido en clave histórico-crítica de la literatura producida durante el siglo xx, ahora que ya ha pasado suficiente tiempo como para volver la mirada hacia él, a través de una selección de cincuenta y cinco obras de autores españoles, escritas en castellano, acompañadas por un breve, lúcido y certero comentario.
El evangelio es como un hombre que sale a vender seguros. Cada día sale con sus sueños, conoce personas, le habla de su producto, de como necesita un seguro y de que afiliándose a la compañía puede recibir beneficios y tener un futuro mejor.
El vendedor, le habla de su experiencia y de como su producto puede cambiarle su vida, así como lo hizo con él.
Así es el cristiano que sale cada día con su corazón lleno de amor a compartir y cumplir el mandato: ‘‘Id por todo el mundo y compartir el evangelio’’. Al hablar a todos de su fe, de como Jesús lo perdonó y lo salvó; de sus riquezas en gloria y de que un día volverá por los suyos. Llama a que se arrepientan y le acepten como su salvador.
No importa que el mundo te desprecie, Dios te ha prometido que estará contigo todos los días hasta el fin del mundo. ¡Comparte el evangelio! ¡Cristo viene!