Ciudadanos no es la versión trillada de un régimen muriendo de enfermedad y decrepitud, sino el reflejo de la transformación que cambió la historia de Europa para siempre: el paso de hombres y mujeres de «sujetos» a «ciudadanos». Partiendo de la idea de que la fe de los ciudadanos en la libertad fue la causa más que el producto de la Revolución francesa, Schama dibuja un país en ebullición en el que se derrumban las diferencias entre nobles y plebeyos, en un escenario de hambre, ira, terror y muerte.
A través de la historia social, cultural y política, Schama encuentra el marco de su historia en imágenes y artefactos, cerámicas y calendarios y, con su particular punto de vista, nos acerca más que nunca a la realidad humana de la Revolución Francesa.
En 1844, y atribuyéndolo a Juan Clímaco, Kierkegaard había publicado Migajas filosóficas, obra en la que diferenciaba radicalmente la filosofía sistemática con pretensiones absolutas (representada por Hegel) del socratismo, y a este, de la relación única que se produce entre el maestro y los discípulos, tal como se establece en el caso de Cristo y los cristianos.
Dos años más tarde, el mismo Juan Clímaco (y su «editor», es decir, Søren Kierkegaard) se vio en la obligación de hacer una serie de apostillas a dicho texto. En ellas profundizaba en los muchos matices del problema de cómo cabe siquiera pensar que la eternidad se relacione con el tiempo, o sea, que Dios y la historia puedan estar de algún modo en contacto y el individuo existente pueda realmente convertirse ya ahora en seguidor de la verdad plena y eterna.
La empresa, ciertamente, no puede ser más atrevida: se trata de formular los fundamentos de una ontología existencial donde la libertad y el amor hallen cabida e incluso se conviertan en el núcleo de un nuevo pensamiento antisistemático y mucho más profundo que cualquier intento de sistema.
Maigret plantea una serie de precisiones temáticas y cronológicas sobre las distintas corrientes de pensamiento que han abordado el tema de la comunicación. Conservando una visión histórica, que ilustra la evolución de las teorías y los compromisos de los autores, trata de poner de manifiesto los elementos canónicos de cada una de las grandes tradiciones.