Para Enrique Krauze, la crítica al poder es un compromiso de larga data que se conecta con la aspiración de que logremos pasar de una presidencia imperial a una institucional. Al final, estas páginas vislumbran la posibilidad de reconstruir la concordia perdida en México, cuyo camino está en la convergencia entre los partidos de oposición y una valiente y activa sociedad civil.
Inteligentes, calculadores y amantes de los juegos, la cultura humana se desarrolla bajo la observación de los cuervos. El retrato de la más tenebrosa de las aves. Los cuervos viven por casi todo el planeta y siempre han buscado la compañía de los seres humanos. Seguían a los vikingos para después hastiarse con los restos de la batalla, y desde entonces se los asoció con la muerte. Los córvidos son magníficos observadores: establecen a su modo cálculos de probabilidades y conductas acerca de sus presas, y se van mudando a las ciudades escapando de la explotación industrializada del campo.
Estos Cuadernos de Rusia, la obra cumbre de la literatura memorialística sobre la División Azul, los redactó Dionisio Ridruejo entre otoño de 1942 y primavera de 1943, desde el confinamiento en Ronda, a su vuelta del frente ruso. Editados de forma póstuma a finales de los años 70 del siglo pasado, ahora cobran nueva luz en esta edición crítica y definitiva, a cargo del historiador Xose M. Núñez Seixas, cuando su figura ha quedado ya situada sin vacilaciones en la historia intelectual y política española del siglo xx.
En el año 1907, el explorador anglo-irlandés Ernest Shackleton se embarcó en una nueva aventura antártica. Había iniciado su experiencia polar años antes, como tercer oficial de Robert F. Scott, con quien participó en 1902 en el primer intento por alcanzar el Polo Sur. No fue posible, pero aquella aventura volvió a atraer la atención de la sociedad británica hacia las regiones polares y cambió para siempre el rumbo de la vida de Shackleton. Tal fue su fascinación por la Antártida que nada más regresar decidió volver y, en este caso, liderando su propia expedición. El fin último volvería a ser alcanzar Polo Sur Geográfico, aunque también se llevó a cabo un extenso programa científico, que incluiría la exploración geográfica de diversas zonas de interés, como el ascenso al desconocido volcán Erebus y la localización del Polo Sur Magnético.
Este singular libro parte de un breve viaje de su autor, y de un largo periplo como lector (el viaje a otros viajes) con el que Alejandro J. Ratia teje un cuadro polifónico en el que los caminos de sus personajes se entrecruzan. Se trata de un periodo (primera mitad del siglo XX) en que convivían la exaltación del exotismo y la crítica al modelo colonial, tiempos en que viajar hasta Tahití o Bora Bora no era ya aventura alguna, nada comparado a los relatos fundacionales de Bougainville, Cook y Wallis, cuando aquel país (anticipado por fabulaciones y poemas) apareció de repente como un sueño hecho realidad, una maravilla que corría el peligro de esfumarse al tocarla. Era el destino perfecto, paraíso del sexo, donde se vivía sin trabajar y la comida brotaba de los árboles.
De la cultura tahitiana aún quedaban los rescoldos cuando recalaron por allí Stevenson, Gauguin o Pierre Loti, pero el sueño polinesio se había reconvertido ya en un mito paradójico, respecto al espíritu explorador o el impulso predatorio. El universo mítico que rodea a Tahití, como viaje de ida y vuelta, será el destino perfecto no tanto del emprendedor aventurero como del soñador disoluto, preso de la tentación de la indolencia. Pocos de los personajes retratados por Ratia se decidieron a morir allí. Todos llegaron a tiempo de abordar una arqueología de la aventura. Tahití es ese lugar al que se planea viajar para encontrarse de vuelta en casa.
Paisajes de interacciones estético-artísticas en proyección de futuro constituye el subtítulo de este libro colectivo que viene, precisamente, a destacar no solo como palabras-clave sino como ideas-concepto fundamentales el paisaje y su concepción estética que se relanza hacia el futuro en el marco de las ciudades ante la época de las post-utopías. La estructura del monográfico se compone de tres partes articuladoras que en total, contienen ocho capítulos gracias a las aportaciones muy generosas de otros/as tantos/as autores/as, con propuestas que derivan claramente de las experiencias y trayectorias investigadoras que poseen, tratándose de trabajos de carácter más puntual o prolongado pero que en todo caso, sus valores de originalidad e innovación les han hecho merecedores de integrar los ejes temáticos del volumen.
Las páginas de Ciudades-(post)-utópicas, recogen y acogen contribuciones seleccionadas y contrastadas, enfocadas desde las disciplinas de la arquitectura, la historia, las artes plásticas, el urbanismo, la sociología y la antropología; distribuidas sobre la base de los imaginarios urbanos, los territorios simbólico-signitivos así como las quimeras y ficciones de urbes insólitas. Un estudio introductorio y ensayístico además de un epílogo reflexivo que combina texto y dibujos como imagen gráfica-artística, ofrecen la apertura y el colofón de la edición.
Estamos perdiendo nuestra capacidad de no hacer nada. Nuestra existencia está completamente absorbida por la actividad y, por lo tanto, completamente explotada. Dado que solo percibimos la vida en términos de rendimiento, tendemos a entender la inactividad como un déficit, una negación o una mera ausencia de actividad cuando se trata, muy al contrario, de una interesante capacidad independiente.
Byung-Chul Han indaga en los beneficios, el esplendor y la magia de la ociosidad y diseña una nueva forma de vida, que incluya momentos contemplativos, con la que afrontar la crisis actual de nuestra sociedad y frenar nuestra propia explotación y la destrucción de la naturaleza.
¡Abróchese el cinturón y disfrute del viaje a través de 75 obras de ficción internacionales que se remontan desde la Odisea (h. 725-675 a. C.) hasta La autopista Lincoln (2021)!
Este es un magnífico y apasionante compendio que atraerá tanto a los lectores que hayan viajado mucho como a los que estén dispuestos a embarcarse en toda una vida de aventuras, e incluso a aquellos que quieran seguir viajando sin moverse del sillón.
La selección de los libros se ha basado sobre todo en tres criterios: en primer lugar, se trata de una obra literaria de ficción, por lo que se han excluido expresamente los libros de viajes; en segundo lugar, cada libro debía contener un viaje que se basara en lugares reales, y no imaginarios, aunque esos lugares no se mencionaran de forma explícita; en tercer lugar, el objetivo era que el libro sirva tanto de compañero de viaje a diferentes rincones del mundo como de "máquina del tiempo" gracias a la ordenación cronológica de las entradas.
Mentimos hasta con el silencio. La mentira es la mejor expresión del desarrollo cognitivo del hombre.
No es mi interés hacer una apología a la mentira ni un panegírico a la verdad. La vida social es insostenible sin la mentira, como lo es la vida selvática sin las garras, sin dientes y sin caparazón. La sociedad no está preparada para sustentar su existencia solo en el imperio de la verdad. La lucha por la verdad no es una lucha por el apego y respeto a la realidad, sino que es una batalla por el poder, la sobrevivencia y el placer.
La capacidad humana más elevada no está en condiciones de representar la realidad con todas sus propiedades. El lenguaje no tiene como función principal solo describir la realidad, sino que también fabricarla. La palabra más allá del uso simbólico para la comunicación, es un instrumento para hacer catarsis...
Estamos, permanentemente, confundiendo el proceso simbólico para representar el mundo con las propias fantasías. Pero, para ser creíbles tenemos que creer en nuestras propias mentiras. La gran estrategia de la mentira está en mentir respecto a que mentimos.
Comúnmente investigamos para comprobar nuestras hipótesis, escasamente buscamos informaciones que refuten nuestras creencias. Pocos hombres aceptan sin regatear verdades alejadas de sus creencias.
El hombre prefiere una ilusión jocosa a una verdad molestosa. Las ilusiones son refugios mentales en donde nos escondemos de realidades amargas.
La mentira no es mala si se usa para el bien; la verdad no se puede defender cuando su propósito es destruir. La sinceridad Suele confundirse con la crueldad