Al escribir sobre el poder y la Iglesia hay que pensar no sólo en el que ejerce esta en la sociedad, cada vez más menguante, sino en las fuerzas de poder dentro de la propia Iglesia, teniendo en cuenta que va más allá del poder institucional. Este libro aborda las dinámicas de poder de la historia reciente de la Iglesia en España y en qué medida han influido en la marcha de su historia y de la sociedad, especialmente desde la Transición hasta nuestros días. En esta narración hay un protagonista destacado: las interesantes y desconocidas 'redes de amistad' o 'cordadas episcopales'.
Serrano Oceja nos descubre los diversos centros de los que han emanado la toma de decisiones y qué consecuencias ha generado para la Iglesia y el conjunto de la sociedad española.
Transcurridos más de cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II, es hora de realizar una interpretación serena, alejada de las batallas políticas o religiosas, de ese acontecimiento determinante para la vida de la Iglesia y para su presencia en la sociedad, poniendo sobre la mesa cuáles han sido los protagonistas principales, las tendencias que se enfrentaron dentro de la Iglesia así como las incógnitas sin resolver.
Por lo general se considera que los tratados que conforman los "Hermetica" -todos ellos anónimos- fueron compuestos entre finales del siglo I a.C. y el siglo IV d.C. Redactados principalmente en lengua griega y ambientados en un marco geográfico egipcio, estos textos conforman una compleja madeja en la que los especialistas han venido tratando de deshilvanar ideas platónicas, estoicas, gnósticas, judías, iranias y egipcias, abriendo con ello una ventana a ese vibrante hervidero intelectual y espiritual que se desarrolló en el oriente mediterráneo a comienzos de nuestra era. Esta edición, con una actualización bibliográfica de los problemas que suscita la colección, presenta una nueva traducción anotada de los tratados en lengua griega que componen el "Corpus Hermeticum", el Asclepio latino, los extractos griegos transmitidos por Estobeo y, en primera versión castellana, de los fragmentos de los Papiros de Viena y el Manuscrito Oxford; en suma, la tradición textual principal hermética griega y latina a la que se ha añadido, por su interés, "La Ogdóada" y la "Enéada".
División de poderes, rigidez constitucional, control judicial de la constitucionalidad de las leyes... todos estos conceptos en los que se basan las democracias y a los que acudimos para verificar la salud de nuestro sistema político, proceden de la primera Constitución escrita, la que, a finales del siglo XVIII representó, en palabras de James Madison, "el mayor esfuerzo de deliberación nacional que ha acontecido en el mundo". En el presente libro, el profesor Blanco Valdés traza la génesis de estas ideas, con especial atención a los escritos de "El Federalista" -los artículos que Alexander Hamilton, James Madison y John Jay publicaron entre 1787 y 1788 en defensa de la obra constituyente y con el fin de favorecer su posterior ratificación por los Estados-, y muestra cómo cruzaron el océano para, de formas diversas, ser adoptados por los europeos cuando estos se enfrentaron al desafío que los norteamericanos ya habían abordado en el siglo XVIII: cómo garantizar la libertad.
La historia del cristianismo interesa al lector católico, pues es su historia de familia; pero debe interesar también a cualquier persona culta, porque constituye una parte esencial de la historia de la humanidad en los dos últimos milenios. El autor encuadra esa historia en el contexto histórico general, teniendo presente el momento social, cultural y político en que vivieron los cristianos en cada época, hasta nuestros días.
El cuerpo de Job y su alma está atravesado por el mal. Desnudo, recubierto de llagas, cae en la ceniza y conoce en primera persona la injusticia del sufrimiento. Su plegaria solo puede adoptar la forma extrema del grito, dirigido a Dios: «¿Por qué a mí?». El castigo que padece Job no compensa ningún mal, ya que él no ha cometido un crimen; tampoco es una venganza, porque nunca ha hecho daño a nadie. Expuesto a una violencia insensata cuya naturaleza no puede comprender, Job se ve inmerso en una experiencia intraducible. Queda solo el grito, como el modo más radical de la pregunta la misma que él lleva inscrita en el nombre, porque Job en hebreo significa «¿Dónde está el padre?». En este ensayo, lúcido y breve, Massimo Recalcati enfoca desde el prisma del psicoanálisis la pregunta de Job, el grito que desborda cualquier posible respuesta: el dolor no puede explicarse en términos de sentido porque no existe teología, ni ninguna otra forma de conocimiento, capaz de justificar su desmesura.
En el mundo moderno, la mayor amenaza a la libertad de expresión provenía de la censura del Estado. Hoy día, el futuro de la libertad de expresión, aun estando bien asentada en todas las constituciones y declaraciones de derechos, no deja de ser espinoso. A la censura estatal, no del todo superada, se une la de las plataformas digitales. Pero, además, se asiste a una metamorfosis del concepto tradicional de censura que lo dilata y rebaja su cara negativa. A esto se suman las demandas crecientes de protección frente a los discursos de odio que atentan contra identidades colectivas y grupos vulnerables.
En esta Introducción a la filosofía se tratan cuestiones centrales del pensamiento, tales como «¿qué es la filosofía?» o «¿qué significa pensar desde el punto de vista filosófico?». No hay en estas páginas una exposición simplificada de teorías famosas ni resúmenes o esquemas de los distintos sistemas filosóficos de la tradición. Ya se han publicado muchos cómics y manga de este tipo, que adaptan gráficamente las ideas de los grandes autores. Lo que nos encontramos, más bien, es un extenso recorrido en forma de diálogo en el que Masahiro Morioka acerca al lector atento apoyado en las ilustraciones manga de Nyancofu Terada a cuatro interrogantes fundamentales del quehacer intelectual: «¿qué es el tiempo?», «¿qué es la existencia?», «¿qué es el yo?» y «qué es la vida».
El realismo político no es una doctrina en sentido estricto, sino una perspectiva que cada época hace suya y remodela: el mundo griego con Tucídides, Maquiavelo en el Renacimiento, Hobbes en un nuevo modelo racionalista, hasta llegar a Hegel, Marx, Nietzsche, Weber o Schmitt. Su primera enseñanza es que hay que ver a los actores dentro de un campo de tensiones e intereses en el que son fuertes o débiles, vencedores o vencidos. Mantener los peligros del mundo a raya requiere diagnósticos articulados y estrategias de amplio alcance, siendo conscientes de que, puesto ante el umbral extremo de la irracionalidad humana como se expresa también en nuestro tiempo, incluso el realismo está destinado a quedarse sin argumentos.
Este libro va más allá del interminable debate sobre el antisemitismo y el antisionismo, y le da nuevas y desafiantes dimensiones. Se remonta a los inicios de la historia de la judeofobia, y desafía la idea de que el cristianismo se construyó después del judaísmo y en oposición a él. Por el contrario, cree que, a pesar de la presuposición cronológica, es el judaísmo el que se construyó bajo la presión del cristianismo, y al mismo tiempo se acomodó a los términos del juicio que sus enemigos han llevado a cabo durante siglos.
Esta inversión es rica en beneficios intelectuales y políticos. Deja obsoleta la mala disputa que equipara el antisionismo con el antisemitismo (la misma que revive Emmanuel Macron), y alimenta perfectamente las preguntas contemporáneas: «¿Hasta qué punto –escribe Shlomo Sand– el sionismo, nacido como respuesta de angustia a la judeofobia moderna, no ha sido el espejo de esta? ¿Hasta qué punto, mediante un complejo proceso dialéctico, el sionismo ha heredado los fundamentos ideológicos que siempre han caracterizado a los perseguidores de los judíos?».