Johann Wolfgang Goethe no solo fue el máximo exponente de su época como escritor. Su obra da cuenta además de una minuciosa dedicación a la investigación de las ciencias naturales y de una vida profundamente marcada por la naturaleza.
Con una enorme fuerza narrativa, Stefan Bollmann explora en esta biografía la olvidada visión goethiana del mundo natural y nos ofrece a su vez una imagen de Goethe completamente nueva. Dedicado al estudio de diversos campos, que fueron la base intelectual de su amistad con figuras como Alexander von Humboldt, la vida de este genio nos revela no solo la importancia de la experiencia al aire libre, sino la idea del entorno natural visto como una totalidad orgánica y cambiante que depende de la interconexión de todas las formas de vida en la Tierra.
Un libro que no solo nos muestra lo que Goethe representó en el contexto de la época, sino cómo el conocimiento de la naturaleza puede ser una fuente para comprender nuestra humanidad.
Los que piensen que no puede haber épica proletaria, que la épica es propiedad de los griegos de las Termópilas, de los jinetes azules de Custer o de los estudiantes del 68, están equivocados: a principios del siglo pasado, entre proletarios de humeantes fábricas oscuras, bares de mala muerte, calles sin farolas, barrios hacinados y sueldos casi inexistentes, se gestó un levantamiento obrero cuya protagonista fue una Cataluña enloquecida, que parecía habitar en un universo distinto.
En este ambicioso proyecto, Paco Ignacio Taibo II recorre los vericuetos del movimiento anarcosindicalista más importante de España, que demostró que tanto el Estado como el «reino» de los burgueses son aparatos que tiemblan ante las multitudes que se rebelan. Que sean fuego las estrellas es una historia de proletarios y burgueses, y de la reivindicación de aquellos principios que hoy, equivocadamente, parecen de mal gusto: el deseo de justicia y libertad.
Historias de amor y desamor de grandes creadores.
Después de revolver en la trastienda de nuestra historia para mostrarnos cómo las «pasiones carnales» de reyes, reinas y poderosos determinaron el curso de los acontecimientos («las grandes decisiones no se toman ni en audiencias reales ni en despachos, sino en las distancias cortas»), Marta Robles explora en este nuevo ensayo la relación entre las emociones y la creación artística.
Con el estilo ágil y directo que la caracteriza, la autora nos sumerge en las vidas de creadores de muy distintas disciplinas —músicos, escritores, poetas, pintores, escultores, cineastas, fotógrafos…—, muchas de ellas tumultuosas y salpicadas de asombrosos episodios tan intensos como destructivos que acompañan a las personalidades creativas.
¿Creación? ¿Destrucción? ¿Amor? Este libro habla de ello, de amores y desamores, de pasiones y de sexo, de abandono, de pérdidas y de dolor, y de cómo esta combinación alquímica, tan mágica como difícil de explicar —y, a veces, de vivir—, actúa en la pulsión creativa de los genios. Ese efecto tan prodigiosamente condensado en el verso de Neruda que da título al libro: «lo que la primavera hace con los cerezos».
Descendiente de colonos fenicios asentados en Tripolitania, Septimio Severo es un emperador clave en la evolución de la historia de Roma. Enigmático y muchas veces conflictivo, fue el primer gobernante nacido en África que se puso al frente del Imperio romano, ademas de ser el fundador de la dinastía Severa, y su reinado (193-211 d. C.) supuso un punto de inflexión para sus súbditos. Con sus conocidas capacidades analíticas y divulgadores, Anthony Birley desentraña la trayectoria y la compleja figura de Septimio, cuánto había de romano en sus orígenes, cómo fue su turbulenta carrera militar y política como senador, y de qué modo accedió al poder y gobernó con éxito un vasto territorio que no tardaría en iniciar una decadencia.
Fernando de Lapi podría haber formado parte de la Generación del 27. Tan solo necesitaba un poco más de suerte, un poco más de osadía y, quizá un poco más de talento como poeta. Ahora, en el gris Madrid de la posguerra, se refugia en la seguridad de su cargo en el Banco de España y, sobre todo, en el amor de María Luisa, su esposa y confidente. Fernando tiene un apasionante pasado personal que contarle, con sus contactos con Unamuno, Jorge Guillén, Picasso, Gerardo Diego, García Lorca, Gómez de la Serna y un largo etcétera. Pero también, mientras desgrana sus memorias, se convierte en el excelente cronista de la historia de la España reciente, que va transcribiendo su mujer, mientras el matrimonio va entrando en una fase de intimidad.
Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.) formó para la posteridad, junto con Virgilio y Ovidio, la tríada indiscutida de los grandes poetas romanos. Como escritor es, ante todo, el Romanae fidicen lyrae («el tañedor de la lira romana», el lírico latino por excelencia). Este volumen se centra en el estudio de tres de sus grandes conjuntos poéticos: sus Odas, en las que recreó los metros de los poetas eolios griegos, Safo y Alceo; sus sátiras, tal vez el único género poético que los romanos no debían a los griegos; y, por último, sus epístolas literarias, sobre todo su Arte poética, referente de poetas y dramaturgos durante varios siglos.
Se dice que, mientras cumplía una condena de dos meses en la prisión de Holloway por arrojar piedras contra las ventanas de los políticos que se negaban a reconocer el derecho al voto de las mujeres, se pudo ver a Ethel Smyth dirigiendo a través de los barrotes de su celda, con el cepillo de dientes a modo de improvisada batuta, una interpretación de La marcha de las mujeres, el himno que poco antes había compuesto para el movimiento sufragista. La anécdota retrata a la perfección el carácter de la que fuera una de las voces femeninas más celebradas de la música clásica occidental: autora de más de diez libros de memorias, seis óperas y una rica variedad de piezas corales, orquestales o de música de cámara, Ethel Smyth combinó su pasión por la música con el compromiso feminista y fue testigo y protagonista de algunos de los principales hitos de la historia europea de los siglos XIX y XX.
Durante miles de años, los seres humanos han perdido sus posesiones y han arrojado su basura en el río Támesis, convirtiéndolo en el yacimiento arqueológico más extenso y variado del mundo. Para los expertos, sus tramos fangosos ofrecen un vínculo tangible con el pasado y una conexión con el mundo natural en una ciudad caótica. Lara Maiklem se mudó a Londres a los veinte años. Atraída inicialmente por la ciudad, pronto se encontró a la deriva, añorando el consuelo que había conocido al crecer entre la naturaleza. En las orillas del Támesis descubrió el mudlarking: el acto de hurgar en el barro en busca de objetos desechados por generaciones anteriores de londinenses. Durante los siguientes quince años, sus días fueron dictados por las mareas y los dedicaría a la búsqueda de objetos que el río desenterraba: desde pedernales neolíticos a horquillas romanas, de hebillas de zapatos medievales a botones de los Tudor, de pipas de arcilla georgianas a medallas de guerra perdidas o descartadas. Desde las mareas del río en el oeste de la ciudad hasta su desembocadura en el mar en el este, Mudlarking es la historia del Támesis y sus gentes a través de estos objetos. Una fascinante búsqueda de la paz a través de la soledad y la historia de Londres que recupera las voces de muchos londinenses que habían sido olvidados.
La odisea de un grupo de republicanos por la Europa de los totalitarismos.
Mayo de 1945. El Ejército Rojo se halla a las puertas de Berlín. El caos impera en el corazón de Alemania. En ese mismo momento, treinta y cinco españoles republicanos, instalados en suelo alemán tras ser transferidos como trabajadores por el régimen de Vichy, asaltan la embajada franquista que los diplomáticos habían abandonado a su suerte, e izan por última vez en territorio español la bandera republicana. Sin embargo, los soviéticos, por órdenes desconocidas, no dudan en arrestarlos y enviarlos a la URSS como prisioneros. Será en el Gulag, a miles de kilómetros de su país, donde coincidan con otros españoles, miembros de la División Azul, que habían luchado en el frente ruso junto a los nazis.
Alfredo Morales, protagonista de esta magnífica historia, representa a todos aquellos hombres y mujeres que sufrieron la Europa de los totalitarismos. Hombres y mujeres que tras la Guerra Civil marcharon al exilio, vivieron en condiciones infrahumanas en los campos de concentración franceses, atravesaron un continente en guerra y terminaron recluidos en el terrible Gulag ruso, donde republicanos y falangistas, rojos y azules se vieron obligados a entenderse para sobreponerse al frío, el hambre y la muerte.
Una historia basada en hechos reales, que habla de la fraternidad, la solidaridad y el perdón entre hermanos para sobrevivir a la barbarie.