La génesis, ejecución y secuelas del día D a través de los ojos del propio Winston Churchill.
Al amanecer del 6 de junio de 1944, el desembarco de la mayor armada de buques jamás reunida comenzó a las 6:30 horas. Durante la noche, los paracaidistas aseguraron el flanco oriental de la zona de desembarco, mientras que otras Divisiones Aerotransportadas estadounidenses protegían el flanco occidental para evitar contraataques alemanes. Cuando Gran Bretaña se despertó con la noticia del desembarco, la declaración formal ante la Cámara de los Comunes recayó sobre su Primer Ministro, Winston Churchill. Aunque Churchill era consciente de la enorme responsabilidad que tenía para con los soldados británicos y los civiles franceses, y aunque sabía que sus oponentes políticos cuestionarían su liderazgo, apenas compartirá las conversaciones, los pensamientos más íntimos, las deliberaciones y las decisiones que ha estado tomando y que seguirá tomando en este día. Todo pende de un hilo. El Día D de Churchill ofrece exactamente esa historia viva, una oportunidad sin precedentes para que los lectores vivan la Invasión de Normandía como la vivió el propio Bulldog británico.
Descubre la vida y el pensamiento de un hombre excepcional y una de las personalidades más brillantes del Japón de su tiempo: Jigoro Kano, el fundador del Judo. Nacido en 1860, Kano vivió en una revolucionaria época de cambios que propiciaron la caída del antiguo régimen feudal y el comienzo de la era moderna en Japón. Imbuido por la tradición y la educación samurái, el joven Kano creció inmerso en los nuevos aires de la modernización y recibió influencia de las ideas occidentales. Sin renunciar nunca al camino de la sabiduría tradicional, Kano trabajó durante toda su vida por la igualdad, el libre desarrollo de las personas y el bienestar de la sociedad en un país renovado que deseaba equipararse a Occidente. Su gran obra y legado para futuras generaciones fue la creación del Judo: una disciplina marcial que combina técnicas de lucha, educación física y espíritu de superación personal cuyo objetivo es ser «un camino para la formación y mejoramiento del ser humano». Shu y Jin Taira nos invitan a conocer al maestro de maestros, un hombre de voluntad firme e inteligencia brillante, y a sus discípulos y colaboradores más destacados, cuyo legado conjunto trasciende lo deportivo y promueve una concepción universal e igualitaria del ser humano.
A partir de un trabajo de campo que no salió a buscar libertarios sino que los encontró y supo escucharlos, en este libro se explican sus vasos comunicantes con las derechas tradicionales, así como su cuota de novedad: sostienen posiciones antiestatistas y anticasta, pero no son gorilas y se identifican con una pulsión plebeya, masiva y popular, que los lleva a disputar la batalla cultural contra lo que sienten como una hegemonía progresista mentirosa. Si Javier Milei saltó de los márgenes al centro, fue porque logró hablar el lenguaje de vastos sectores sociales que mientras la pandemia, la inflación y el internismo descarnado de la clase política los dejaban a la intemperie se hacían cargo de sí mismos, como cuentapropistas o trabajadores informales, esforzándose por salir adelante frente a la ausencia o discrecionalidad del Estado. A contrapelo de las reacciones de huida o negación, este libro es un llamado a la realidad: no se trata de clasificar a la derecha como quien completa un casillero de categorías zoológicas (fascista, autoritaria, etc.), sino de entender qué demandas, experiencias y sensibilidades heterogéneas la atraviesan, y qué responsabilidad le cabe a la política democrática si no quiere aislarse de la sociedad.