«La televisión, desde la superficie hacia sus profundidades, trata del deseo. Y el deseo es a la narrativa lo que el azúcar es a la comida humana».
En un momento en que la cultura audiovisual está más presente que nunca gracias a las plataformas de streaming y el consumo (masivo y doméstico) de series y películas, este ensayo de David Foster Wallace, uno de los más influyentes del autor, se vuelve una lectura imprescindible y atemporal.
Este libro pone el foco en el impacto que el imaginario de las series de televisión norteamericanas tiene en la literatura. Frente a la incapacidad de escapar de su influencia, el uso de la ironía se ha convertido en la única defensa posible. Gracias a este análisis, Foster Wallace perfila al individuo del siglo XXI: un ser anclado a una pantalla y atravesado por la cultura popular.
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Anne tenía sus oficinas. Ocho personas permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidas y enviadas a campos de concentración. Desde su escondite y en las más precarias condiciones, Anne, una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Anne y sus acompañantes. Anne murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.
Pocos días antes de los ataques que Hamás llevó a cabo en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023, Isabella Hammad pronunciaba en la Universidad de Columbia una conferencia en memoria de Edward W. Said en la que exponía con toda su crudeza el conflicto palestino-israelí y daba voz a la lucha palestina por la libertad.
En un texto lleno de claridad moral y brillantez intelectual, Hammad nos lleva de la anagnórisis de Aristóteles, el procedimiento por el que dos personajes se reconocen, a la epifanía de James Joyce, que interpreta como toma de conciencia, para concluir con una coda emocionada y combativa sobre un conflicto que sigue sembrando la destrucción.
En esta obra exquisita sobre los orígenes del libro, Irene Vallejo recorre la historia del asombroso artefacto que nació hace cinco milenios, cuando los egipcios descubrieron el potencial de un junco al que llamaron «papiro». Con gran sensibilidad y soltura narrativa, la autora se remonta a los campos de batalla de Alejandro, los palacios de Cleopatra, las primeras librerías y los talleres de copia manuscrita, pero también visita las hogueras donde ardieron códices prohibidos, la biblioteca de Sarajevo y el laberinto subterráneo de Oxford en el año 2000. Los tiempos se funden en la aventura colectiva de quienes solo han concebido la vida en compañía de la palabra escrita. Y este ensayo acaba prolongando el diálogo infinito del que tan magistralmente nos habla.
En estas páginas, Diego S. Garrocho no arma una defensa de la prudencia ni de las buenas maneras en política, sino la constatación de cómo en un contexto atravesado por irracionales identitarismos y juegos de posición, la moderación es, sobre todo, un acto de valentía.
El diagnóstico pedagógico es una disciplina consolidada e impartida en diversas titulaciones del ámbito de las Ciencias de la Educación, que recibe influencia de las Ciencias de la Salud, como la Medicina, sobre la que se asientan sus antecedentes, o la Psicología, en confluencia con la Pedagogía, pues ambas disciplinas presentan un foco central en común: el comportamiento del individuo. Este manual pretende dotar al alumnado de recursos, materiales y documentos que guíen su trabajo en atención a la diversidad, orientación e inclusión educativa. La obra se estructura en cuatro capítulos que abordan, desde una mirada más general hasta otra particular, las claves del diagnóstico en educación. El libro recoge información sobre los principales hitos en el desarrollo teórico-práctico de la disciplina hasta nuestros días y sobre la legislación educativa nacional y autonómica que marcan las directrices relativas al quién, cómo, para qué y de qué forma abordar el diagnóstico desde los centros educativos. Además, explora las características de los individuos, situaciones y contextos que envuelven al proceso de diagnóstico, así como sus funciones, objetivos y su fin último: mejorar la calidad de vida individual y familiar y del bienestar escolar.