Podemos acercarnos a los campos de concentración nazis a través de las memorias de los supervivientes y de los estudios históricos. Menos explorada es la vertiente de los aspectos sociales y psicológicos de la realidad de los Lager.
Este libro pretende, con afán divulgativo, acercarnos a ese terrible mundo: saber cuáles eran los roles de sus actores (SS y prisioneros) y valorar las interacciones entre ellos, así como desgranar los efectos psicológicos y psicosomáticos que padecieron los deportados.
Psicología del mal rastrea los espacios más oscuros del alma humana y la relación asimétrica que se da entre verdugos y víctimas, en las que estas últimas no tienen más remedio que aceptar, si es que quieren sobrevivir, los códigos impuestos desde la brutalidad y la barbarie en el proceso de animalización al que son sometidos.
Un divertido y conmovedor libro de memorias en ensayo de la comediante Aida Rodríguez sobre el poder de superar las dificultades y transformar el dolor en risa.
Aida Rodríguez ha vivido, por decir poco, una vida de torbellino. La historia de cómo pasó de la pobreza a la opulencia es alucinante: cuando era niña, su madre la secuestró y se la llevó de la República Dominicana a los Estados Unidos. Más tarde, un nuevo secuestro, esta vez a manos de su abuela y su tío, la dejó en Florida. Ya de adulta, escapó de un matrimonio tormentoso y terminó, junto con sus hijos, mendigando por las calles de Los Ángeles. Durante todas esas adversidades, Aida nunca perdió su sentido del humor.
Nacida con un maravilloso ingenio y un espíritu irrefrenable, Aida ha utilizado su talento y trabajado sin descanso para convertir la tragedia y el dolor en una comedia mordaz que abarca todo, desde la misoginia y el racismo hasta las redes sociales y los titulares de prensa. Con el tiempo, lanzó un exitoso especial en Max que la llevó a múltiples acuerdos de desarrollo, un logro que le ganó una audiencia nacional, le abrió puertas y la ayudó expandir la forma en que los latinos están representados en la comedia.
Todos reconocen su obra. Nadie conoce al hombre.
Cristóbal Balenciaga no se dejaba ver en sus desfiles ni salía jamás a saludar tras finalizarlos. Si hacemos caso a la leyenda, el diseñador vasco seguía con detalle los pases a traves de un discreto agujero practicado en las cortinas de terciopelo que decoraban su maison. Apenas existen retratos suyos, e incluso llegó a calar el rumor de que el hombre invisible de la alta costura no era más que una invención, una estrategia comercial elaborada con astucia. De lo que no cabe duda es de que "el mejor diseñador de todos los tiempos" -según reconocieron Christian Dior o Coco Chanel- antepuso siempre el prestigio a la fama y fue artífice de una obra inmortal, casi tan grande como el misterio que aún hoy envuelve su biografía.
Javier Varela sigue en estas páginas el polemico itinerario del escritor y periodista, desde sus inicios en el ultraísmo y la bohemia literaria hasta su consagración como uno de los cronistas más prestigiosos del siglo XX, al principio en la órbita liberal y despues como adalid de las derechas antirrepublicanas. Corresponsal en Berlín (1933) y Roma (1936-1940), el periodista vivió en el París ocupado por los alemanes (1940-1943) y esa etapa, en la que se dedicó a la intermediación de falsificaciones de obras de arte y otros tráficos heterodoxos, señala el momento más oscuro de su trayectoria. De vuelta a España, en Sitges, tuvo que afrontar el veto de las autoridades oficiales y un proceso de depuración en Francia, pero una vez instalado en Madrid reanudó su carrera como uno de los periodistas más populares entre los años cuarenta y sesenta, colaborador en los principales diarios del momento.
Para Juan Antonio Gaya Nuño, Picasso poseía un imán para los escritores. Ningún autor español o latinoamericano renunció a acercarse al pintor malagueño. En el 50 aniversario de su muerte, Jose Esteban ha preparado una extensa antología con textos dedicados al autor del Guernica por escritores hispanos que lo conocieron o lo admiraron, desde Ricardo y Pío Baroja a Antonio Gamoneda. La nómina es larga, e incluye nombres como Ramón Gómez de la Serna, tal vez el más picassiano de los escritores españoles, Jose Bergamín, Jorge Guillen, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Alejo Carpentier, Cesar Vallejo, Juan Perucho, Max Aub, Pablo Neruda, Luis Buñuel, Camilo Jose Cela… La atracción hacia la literatura de Picasso le llevó a ilustrar varios libros de arte de destacados creadores de su generación y su residencia parisina fue refugio habitual del exilio español, lo que facilitó, además, el contacto entre los literatos y el pintor.