Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Ámsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Anne tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidas y enviadas a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Anne escribió su estremecedor diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Anne, que moriría en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945.
En este estudio ya clásico, Anthony Pagden comparó por primera vez las teorías del imperio que surgieron alrededor de las grandes potencias coloniales: española, inglesa y francesa. Desde la apología de la evangelización y la gloria militar que impulsaron al imperio español de ultramar o los argumentos económicos que esgrimieron ingleses y británicos para justificar la colonización hasta el moderno ideal cosmopolita que auguraba el fin del imperio y su remplazo por federaciones de estados iguales e independientes, Pagden hilvana magistralmente una historia de las ideas que aún hoy determinan la política y las distintas maneras en que cristaliza la identidad nacional en todo el mundo.
Partiendo de una refinada y vivificante traducción propia del drama sofocleo, Carlos García Gual nos guía en este original estudio a través del laberinto de la propia tragedia y de su posterior recepción: desde el teatro en Atenas a la larga sombra de Sófocles que se extiende, entre otros, hasta el psicoanálisis de Freud. Un libro rico y lleno de sugerencias para la interpretación de uno de mitos más influyentes de la cultura occidental, cuya actualidad perdura y nos hace de espejo.
Siguiendo la estela de Stefan Zweig, Marianne y Pedro Barceló ofrecen aquí un recorrido por la historia del mundo clásico a través de una galería de temas, figuras y personajes mitológicos, literarios e históricos que se extienden en un arco cronológico desde la Grecia arcaica hasta la Edad Media bizantina. Desfilan por sus páginas personajes como Nerón, Heliogábalo o Diocleciano, mujeres apasionantes como Mesalina, Agripina o la reina Zenobia y figuras literarias como las que pululan por el "Satiricón" de Petronio o por los escritos de Séneca. Una constelación de historias individuales que iluminan el universo fascinante de la cultura clásica. Prólogo de David Hernández de la Fuente
El poderoso Rey Sol no se rinde jamás. Pero el autor nos ofrece otro retrato: el de un príncipe que quería ejercer un oficio, el de jefe de Estado. Es el rey más famoso del panteón nacional francés, y es también una marca comercial, con Versalles. Escribir su vida es un desafío para el historiador, ya que el individuo desaparece tras el mito del monarca absoluto.
Pero es posible hablar de otro Luis XIV, más cercano y real. Recorrer los pasillos del poder nos permitirá descubrir la sensibilidad de un monarca que llora, gime, sufre, titubea, y es capaz de repensar su autoridad durante los años de penuria y miseria. Porque este libro es también la biografía política de un rey que, como ningún otro, quiso no solo reinar, sino gobernar bien a los hombres.
El 14 de abril de 1955, en el lujoso hotel Crillón de Santiago de Chile, la escritora María Carolina Geel disparó varias veces a su amante y lo mató en el acto. Nunca se conocieron los motivos (hubo quienes dijeron que fue por celos; otros, una forma extravagante de conseguir notoriedad). El crimen fue sonado en la época y le valió a Geel tres años de prisión.
De su estancia en la cárcel (y como ha pasado tantas veces en la historia de la literatura, desde Cervantes hasta Sade, Wilde o Genet), Geel extrajo una ocasión perfecta para escribir, gesto ya de por sí transgresor, pues aunaba la escritura del delito y el delito de la escritura. Más allá de la culpa o la expiación, Geel describe y reflexiona sobre el universo carcelario femenino, un mundo infranqueable y oscuro, en una obra adelantada a su tiempo que mezcla la ficción, el testimonio y la autobiografía, y que resultó de lo más rompedora al hablar de crímenes, de la vida en prisión y del deseo entre mujeres. Por ello, este libro ocupa, por derecho propio, un lugar único en la literatura chilena.