A finales del siglo IV a. C. Epicuro fundó una escuela filosófica del todo opuesta al idealismo platónico imperante. Desde una perspectiva mucho más empírica y natural, su doctrina reivindicó el papel de los sentidos (única fuente de sabiduría posible) y la búsqueda del placer para alcanzar la felicidad (único objetivo final). Este hedonismo, sin embargo, debía acompañarse de cierta ética, capaz de distinguir placeres buenos (o «naturales», como comer o dormir) y malos (o innecesarios y vanos, como beber sin sed o buscar la lujuria). De aquí la necesidad de la filosofía, cuya práctica defendió Epicuro durante toda la vida: «porque para alcanzar la salud del alma, nunca se es ni demasiado viejo ni demasiado joven».
El filósofo Byung-Chul Han dirige ahora su mirada crítica hacia las nuevas técnicas de poder del capitalismo neoliberal, que dan acceso a la esfera de la psique, convirtiéndola en su mayor fuerza de producción. La psicopolítica es, según Han, aquel sistema de dominación que, en lugar de emplear el poder opresor, utiliza un poder seductor, inteligente (smart), que consigue que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación. En este sistema, el sujeto sometido no es consciente de su sometimiento. La eficacia del psicopoder radica en que el individuo se cree libre, cuando en realidad es el sistema el que está explotando su libertad. La psicopolítica se sirve del Big Data el cual, como un Big Brother digital, se apodera de los datos que los individuos le entregan de forma efusiva y voluntaria. Esta herramienta permite hacer pronósticos sobre el comportamiento de las personas y condicionarlas a un nivel prerreflexivo. La expresión libre y la hipercomunicación que se difunden por la red se convierten en control y vigilancia totales, conduciendo a una auténtica crisis de la libertad.
Guía de bolsillo de los géneros, temas, novelas y técnicas de escritura: una introducción innovadora a las mejores obras de ficción de todo el mundo, que abarca desde La historia de Genji hasta La amiga estupenda.
Con un enfoque principal en 67 novelas clave, incluye descripciones y explicaciones concisas, así como el motivo de su importancia.
Con un prólogo del profesor Peter Boxall, esta guía accesible y hermosamente ilustrada ofrece a los lectores una nueva forma de disfrutar de sus libros favoritos y de descubrir otros nuevos.
En el presente volumen, Judith N. Shklar nos ofrece un examen detallado de las diferentes tradiciones liberales y del papel de los derechos en la cultura política. El lector encontrará aquí un claro ejemplo de lo que la teoría política puede lograr cuando no se limita a operar en el terreno del análisis filosófico abstracto, sino que presta mucha atención a «la historia y las presentes realidades de nuestras instituciones». Se trata de una excelente ilustración del liberalismo por el que aboga la autora, un «liberalismo de los oprimidos», que busca poner coto a los poderosos, reducir todas las formas de desigualdad social y garantizar así las condiciones de la libertad para todos.
Dios tiene un plan y un propósito para cada uno de nosotros y puede convertir las cosas en buenas independientemente de la situación que enfrentamos. Estos dos principios clave, arraigados en las Escrituras y evidenciados en las vidas de los cristianos a través de las épocas, deberían colorear los lentes a través de los cuales todos los seguidores de Cristo ven la adversidad. En Cómo avanzar en la adversidad, el doctor Charles Stanley proporciona una nueva perspectiva sobre las pruebas que enfrentamos, revelando qué preguntas hacer y qué lecciones podemos aprender de estos tiempos. Entender el papel de Dios y fortalecer nuestra valentía pueden ayudarnos a avanzar a través de la adversidad en lugar de ser vencidos por ella.
JUDITH BUTLER (1956) es una figura incómoda, a veces incomprendida y otras mal interpretada y aun instrumentalizada como diana de la polémica en el ámbito de campañas ideológicas, empezando por cuanto atañe a las cuestiones de género y la teoría crítica.
Transitar los principales caminos de su pensamiento, como propone el presente volumen, nos ayuda a desvelar la riqueza y la complejidad del itinerario intelectual de la filósofa estadounidense, intensamente entregada a una labor que tiende a crear condiciones concretas de vida para todas las personas a partir de una concepción «radical» de la igualdad.
«Siempre he sido feminista. Esto significa que me opongo a la discriminación de las mujeres, a todas las formas de desigualdad basadas en el género, pero también significa que reclamo una política que tome en cuenta las restricciones impuestas por el género en el desarrollo humano».