Existe la opinión generalizada de que España no tiene una filosofía propia, cuando lo cierto es que lo mejor de la filosofía española se encuentra diseminado en su literatura. Prueba fehaciente de ello es Baltasar Gracián, «padre de filósofos», como lo llamó Schopenhauer. En un mundo carente de orden y sentido como el Barroco, el jesuita aragonés proporciona todo un arte de saber vivir, una antropología existencial del hacerse persona que se funda en la autoafirmación personal. ¿Cómo se llega a ser lo que se es? He aquí el leitmotiv de toda la obra graciana: la filosofía como manual de comportamiento en tiempos de crisis. El hombre prudente de Gracián aspira a crear sentido en medio del «sin-sentido», y hacerlo con medios humanos (como si no hubiese divinos), con la sola fuerza de su agudeza y de su ingenio. Si bien es cierto que el héroe graciano no está solo: su soledad es una soledad compartida. Por eso todo proyecto de realización personal debe hacerse valer en el gran teatro del mundo. La actualidad de Gracián no se agota en el largo siglo xvii, y no es casual que su obra haya logrado saborear las mieles del éxito en Wall Street.
Este texto le valió al autor el Premio Nacional de Ensayo, y escandalizó en el momento de su publicación por su carácter controvertido. Al margen de las reacciones que seguirá suscitando, trata con hondura las cuestiones fundamentales de doctrina política desde un profundo conocimiento de los autores contemporáneos y clásicos de teoría política, y de la evolución de las instituciones en Occidente.
López-Amo aborda cuestiones como la legitimidad del poder, la democracia y las dictaduras, la libertad, la monarquía y la república, ofreciendo un valioso texto que, leído en su contexto, goza de enorme actualidad.
Este incisivo libro invita a repensar la cultura durante el desarrollo de la modernidad fósil. Entre la creación de la máquina de vapor en los albores del siglo XIX y el calentamiento global que hoy nos acecha y condiciona, Jaime Vindel analiza, desde un nuevo paradigma crítico, la relación entre las transformaciones energéticas impulsadas por la Revolución industrial, los imaginarios sociales hegemónicos y la aceleración de la crisis ecosocial.