Fue una de las imágenes más desgarradoras del siglo XX: dos niños, dos príncipes, caminando detrás del féretro de su madre mientras el mundo contemplaba la escena con pesar... y horror. A la vez que se daba sepultura a Diana, princesa de Gales, miles de millones de personas se preguntaron qué debían de pensar y sentir esos príncipes y qué rumbo tomarían sus vidas en adelante.
En el caso de Harry, esta es, por fin, esa historia.
Con su franqueza directa y sin concesiones, En la sombra es una publicación que marcará un hito, llena de lucidez, revelaciones, introspección y sabiduría, adquirida a un alto coste, sobre el eterno poder del amor.
Una perspectiva panorámica del conflicto que nos ofrece una manera totalmente nueva de entender la segunda guerra mundial.
La historia se basa en fechas, en una cronología, y la segunda guerra mundial no es una excepción a la regla. Para relatarlo de una forma original, lúdica y estética, ¿qué mejor que la infografía? Esta es la apuesta de esta cronografía de más de 600 fechas que se despliegan a lo largo de más de 3 metros. El período 1935-1948 se escenifica así para ofrecer al lector información en bruto -una fecha, un hecho- pero también para dar, a través del poder de la infografía, un significado adicional a la multitud de eventos que componen este cataclismo global.
México es uno de los lugares más peligrosos en el mundo para ejercer el periodismo.
En nuestro país, a muchos periodistas ocupados en la cobertura de temas locales se les hostiga, amedrenta y asesina por tomar postura sobre las injusticias que revelan, por señalar el abuso del poder y por dar voz a las inquietudes de su comunidad. Alejandra Ibarra expone en este libro una verdad trágica que llena de dolor e indignación: a numerosos comunicadores en México no se les mata por censura,sino como una forma de castigo por incursionar en la participación política, por señalar la impunidad y corruptelas de funcionarios, alcaldes o aspirantes a gobernadores, por invitar a los ciudadanos a tomar conciencia de los engaños de funcionarios públicos y de las atrocidades del crimen organizado. Y son estos periodistas, que no tienen la atención de los grandes medios de comunicación, a quienes nadie defiende ni se solidariza con su causa, quienes dan su vida por una sociedad mejor.