La concepción de la literatura como “palimpsesto” y los principios teóricos del psicoanálisis acerca de un sujeto atravesado por la falta constitutiva que es la falta en el lenguaje, son los hilos guiadores de la lectura de los textos borgeanos que llevan adelante Liliana Bellone y Antonio Ramón Gutiérrez. La cuestión del “otro”, el semejante, la dimensión imaginaria o especular, en articulación con el “Otro” de la cultura, el “Otro” simbólico, aparece como constitutiva en la ficción y la poesía de Jorge Luis Borges. Escritura realizada sobre la red de los textos universales, la escritura del maestro argentino propone distintas aristas que permiten un itinerario posible en su obra: la novela, lo femenino y la relación con la política.
Este libro recoge la correspondencia que Américo Castro mantuvo, al final de su vida, con José Jiménez Lozano. Leer estas cartas, cincuenta años después de ser escritas, demuestra la plena vigencia de los ideales que estos intelectuales persiguieron y que urge reivindicar: el valor del pensamiento crítico, de la lectura, de la formación humanística y del sentido de la existencia basado siempre en el respeto al otro y a su libertad religiosa. Recurriendo a unas palabras de Jiménez Lozano a Américo Castro, no resulta exagerado afirmar que este apasionado y amistoso diálogo invita a «una esperanzadora meditación de lo que podría ser nuestro mundo y nuestro país».
El hormigón encarna la lógica capitalista. Es el lado concreto de la abstracción mercantil. Como ella, anula todas las diferencias y es más o menos siempre lo mismo. Producido de forma industrial y en cantidades astronómicas, con consecuencias ecológicas y sanitarias desastrosas, ha extendido su dominio por el mundo entero, asesinando las arquitecturas tradicionales y homogeneizando todos los lugares con su presencia.
Monotonía del material, monotonía de las construcciones que se edifican en serie conforme a algunos modelos básicos de duración muy limitada, tal como establece el reinado de la obsolescencia programada. Al transformar definitivamente la edificación en mercancía, este material contribuye a crear un mundo en el que ya no nos encontramos a nosotros mismos. Por eso había que rastrear su historia; recordar los designios de sus numerosos paladines —de todas las tendencias ideológicas— y las reservas de sus pocos detractores; denunciar las catástrofes que provoca en tantos ámbitos; poner de manifiesto el papel que ha desempeñado en la pérdida de ciertas destrezas y en el declive de la artesanía; y en último término, demostrar cómo dicho material se inscribe en la lógica del valor y del trabajo abstracto. Esta implacable crítica del hormigón, ilustrada con abundantes ejemplos, es también —y quizá sobre todo— la crítica de la arquitectura moderna y del urbanismo contemporáneo.