Luhmann enfatiza en el carácter relacional y comunicacional del poder, dirigido por un código que moviliza las relaciones entre las personas.
La teoría clásica considera el poder como un bien apropiable, que uno puede tener como un bien material y, en consecuencia, también perder. La posesión puede, entonces, acumularse y hacerse durar. Sin embargo, este uso metafórico no basta para analizar más profundamente este tema. La tan fácilmente asible categoría de posesión esconde lo que hay que saber justo en el punto donde la pregunta tendría que empezar, pues ¿qué condiciones sistémicas tendrían que cumplirse para que el poder pueda llegar a ser una posesión, para que sea administrado como tal, transferido como una cantidad constante, aumenta-do y disminuido, y defendido contra peligros específicos?
El poder es una manifestación del fenómeno más general de la influencia, es decir, una comunicación que se entiende como selección de las alternativas de A que implica una selección de las alternativas de B. Es una selección selectivamente condicionada.
La función del poder puede ser así reescrita como la generalización de la relevancia de rendimientos decisionales individuales. Para esto se requiere reflexividad, un proceso incremental por medio del cual el poder se aplica a sí mismo y crece en el sistema más allá del poder individual de cada uno. Entonces, ya no es poder que unos ganan y otros pierden, sino que es Poder en el sistema.
¿Qué distancia hay entre los humanos y los animales, incluso el "calamar vampiro del infierno"? El científico, filósofo y divulgador Vilém Flusser utiliza esta pregunta como trampolín para sumergirse en un océano literal y filosófico. En parte tratado científico, en parte burla, en parte discurso filosófico, en parte fábula, Vampyroteuthis Infernalis ofrece una comprensión filosófica posthumanista única de la fenomenología y abre el camino a una no-filosofía de la vida.
Esta es una fábula de dos animales que comparten el ser únicas especies de su género. El primero -nuestro protagonista explicito, el Vampyroteuthis inferna lis- Vive en las profundidades submarinas absorbiendo el mundo con su cuerpo. El segundo animal, el Homo sapiens, aparece tácitamente como contraparte del primero. Pero es quien observa y describe, quien construye teorías y relatos desde el cielo luminoso de la razón y el espíritu.
Simétricamente opuestos en la escala animal, hombre y octópodo se reflejan según una extraña correspondencia que es el eje del relato. De una descripción científica, el texto se transforma en una especulación filosófica y, finalmente, en una interrogación técnica y poética. Y es que, como dice Vilém Flusser, el Vampyroteuthis es nuestro infierno. Él encarna aquello que por vivir en la tierra hemos sumergido en la profundidad de la conciencia.
¿Puede una filosofía del siglo XX ser una guía en la actualidad? El pensamiento de Xavier Zubiri (1898-1983) lo es, porque nos presenta la filosofía desde la perspectiva necesaria para el hombre contemporáneo que busca una verdad que no sea postura dogmática sino el camino hacia una investigación sincera.
Zubiri construye una nueva metafísica a partir de la lectura de Husserl y Heidegger en la que la realidad y la inteligencia se piensan como congéneres, al tiempo en que examina los problemas fundamentales de la filosofía occidental.
Este libro presenta la evolución del pensamiento de Zubiri organizado en dos etapas sucesivas. Una primera más fenomenológica y ontológico-hermenéutica y una segunda metafísica, en la que se aleja de sus predecesores y propone una antropología para el hombre de nuestro tiempo a través de una nueva mirada sobre lo real y la inteligencia. A través de la lectura de los textos zubirianos, Paolo Ponzio nos invita a descubrir los conceptos más importantes de su filosofía: lo real, la verdad, el hombre y la experiencia de Dios.