Esta obra nos presenta uno de los temas principales y más controvertidos de Carl G. Jung: el problema de lo inconsciente colectivo y los principios y patrones de su actividad. El volumen contiene asimismo un ensayo en el que Jung nos ofrece unas consideraciones teóricas sobre la naturaleza de lo psíquico así como un intento de sintetizar las múltiples facetas de su pensamiento. En el conjunto de su obra, este ensayo ocupa un lugar comparable al de Esquema del psicoanálisis en la obra de Freud.
Los grimorios, libros de magia y de saber oculto, han existido a lo largo de los siglos junto a otros textos mágicos y religiosos, en parte debido a la necesidad del ser humano de crear un registro físico de este tipo de fenómenos, pero también para poner en práctica la magia a través de hechizos y rituales. Comprender la historia de estos textos es entender la relación entre las principales religiones, el desarrollo de la ciencia primitiva, la influencia cultural de la imprenta, el crecimiento de la alfabetización, el impacto social del colonialismo y la expansión de las culturas esotéricas a lo largo y ancho de los océanos.
A través de más de doscientas ilustraciones en color desde la Antigüedad hasta nuestros días, el prestigioso académico Owen Davies, uno de los mayores expertos en historia de la magia, examina las poco estudiadas cualidades artísticas de los grimorios, revelando el poder visual de sus imágenes. El libro adopta un enfoque global, que va, entre otros ejemplos, desde los papiros egipcios y griegos de hechizos hasta las enciclopedias japonesas de demonios, pasando por antiguos textos chinos sobre bambú, los tratados de alquimia medievales o las económicas ediciones populares sudamericanas.
La periodista y crítica de arte Laura Revuelta indaga en las claves para entender por qué un plátano pegado a la pared con cinta aislante expuesto en un museo, cuya foto da la vuelta al mundo, puede llegar a subastarse por cifras millonarias pese a que casi todos se ríen de él.
Esta obra de Maurizio Cattelan es heredera directa del urinario con el que Marcel Duchamp nos sorprendió el siglo anterior. Ya es hora de dar réplica a la manida frase de «esto lo haría mi hijo», a la que un avispado creador una vez contestó con: «El arte contemporáneo son los padres».
Arte parece, plátano es se propone bajar el arte contemporáneo de su pedestal de esnobismo y acercarlo al público para que se ría con él y no de él. O, al menos, para que sepa de qué nos reímos exactamente, y nadie se quede con cara de tonto.
En sus páginas no sé da nada por sentado y se repasan y explican algunos de los principales acontecimientos de estos veinticinco años: desde la primera cancelación de Picasso por sus comportamientos machistas hasta la aparición de los NFTS y la Inteligencia artificial.
Revuelta no se olvida de creadores fundamentales que siguen muy vivos, como Duchamp y Warhol, de otros que dan que hablar aunque no pasen por su mejor momento, como Damien Hirst y de quienes han producido las imágenes más icónicas de lo que llevamos de siglo (Yayoi Kusama, Alicia Framis, Banksy…). En ese deseo de no dejar ningún charco sin pisar, también se zambulle en temas tan controvertidos como la decolonización de los museos o al activismo climático que pone en el foco mediático las grandes obras.