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EL ARTE DE NO SER GOBERNADOS

En el territorio de las tierras altas que va desde la cordillera del Himalaya hasta Vietnam y la península de Malaca, se extiende una región que James C. Scott llama Zomia. Marcada por su contraste con las llanuras fluviales de cultivo de arroz y los primeros Estados que allí se establecen, Zomia se ha desarrollado durante varios milenios como una mezcolanza de pueblos y gentes que, de forma consciente, han establecido sociedades de base igualitaria en oposición a las formas de dominio, servidumbre y esclavitud tan propias de las llanuras civilizadas. La principal característica de estos pueblos es, según Scott, que son «bárbaros por diseño». Su organización social, el entorno montañoso, su horticultura autosuficiente y sus prácticas culturales se han empleado con el fin de proteger a esos mismos pueblos de la intromisión y dominio de los Estados que los circundan. En una dirección así opuesta a la historia escrita a partir de las civilizaciones agrarias, y luego de los Estados modernos, Scott nos ofrece un importante fragmento de una «historia anarquista» de la humanidad. La novedad de este enfoque es que la historia de Zomia no se presenta como la de unos pueblos apartados y primitivos, sino como una corriente cultural y política consciente, que se opone a las formas de vida estatales, y que en este caso perdura hasta tan tarde como las décadas finales del colonialismo. Zomia, además, no se puede explicar como una excepción en la historia, sino seguramente como una trayectoria casi siempre reconocible justo a los lados de la larga marcha que ha llevado a los Estados a convertirse en la única forma de vida política concebible.
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EL ARTE DE NARRAR

¿Tenemos algo que contar? Y, lo más importante, ¿sabemos cómo hacerlo? Decía Oscar Wilde que no existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Probablemente sea así, pero quizá no sea lo mismo tener algo que expresar al mundo... que creer que se tiene. En todos nosotros anida el anhelo de contar una historia, pero ¿abordamos la escritura con la suficiente profesionalidad y conocimiento como para que esas historias lleguen a buen puerto o reúnan la mínima calidad para los lectores? Escribir con la suficiente profesionalidad como para que las historias lleguen a buen puerto o reúnan la mínima calidad para los lectores, es un reto para miles de autores potenciales. David Vicente vuelca en este libro, riguroso y valiente, sus años de experiencia, no solo como escritor y editor, sino principalmente como profesor de escritura creativa tanto para diversas instituciones como dentro de su propia escuela, La Posada de Hojalata. El arte de narrar ayudará a los lectores, y a todo aquel que aspire a escribir, a entender que el oficio de contar historias, a diferencia de lo que aseguraba Stephen King, es un poco más complejo que poner una palabra y después la siguiente, al tiempo que nos ayudará a enfrentarnos al papel en blanco o a la pantalla vacía.
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EL ARTE DE MENTIRSE A SI MISMO

«¡No se dicen mentiras!». ¿Cuántas veces nos dijeron esto nuestros padres? ¿Cuántos de nosotros no hemos dicho alguna mentira a familiares y amigos, u ocultado algún secreto a nuestra pareja? En suma, la sinceridad absoluta es una ilusió. Mentimos continuamente, y sobre todo nos mentimos a nosotros mismos, convenciéndonos de que la realidad no es como es, sino como quisiéramos que fuese. En este libro, Giorgio Nardone propone una actitud realista y pragmática, según la cual una mentira no debe evaluarse de forma absoluta, sino siempre a la luz de las circunstancias, las intenciones, los objetivos y los resultados. Cada uno de nosotros debería aprender el «arte de la mentira» y explorar estratagemas para emplearla de una manera sana y responsable: en primer lugar, para no ser víctimas inconscientes de ella y, en segundo lugar, para mejorar nuestra vida y la de los demás. Entonces sí podremos admitir serenamente, y en el sentido más auténtico de la expresión, que hemos dicho una mentira bien intencionada.
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