Este libro te puede interesar si: - Estás pensando en opositar y quieres prepararte mentalmente para afrontar este reto. - Eres pareja o familiar de alguien que está preparando oposiciones a Notarías y quieres saber cómo puedes ayudarle en su objetivo (y comprenderle). - Estás pensando en dedicarte a la función pública y no sabes por dónde empezar. - Estás opositando y te gustaría mejorar tu sistema de estudio. - Quieres conocer de primera mano la experiencia de alguien que ha opositado con éxito aplicando su método. - Necesitas sentirte acompañado y tener una hoja de ruta para estudiar la oposición. - Has decidido opositar, pero buscas respuestas a las dudas continuas que te asaltan sobre si estás haciendo o no lo correcto. - Estás a punto de tirar la toalla y abandonar la oposición, pero sientes que debes resistir un poco más. - Quieres aprobar con todas tus fuerzas, pero no consigues mejorar. Esta es una recopilación de anécdotas, consejos de organización y rutinas, de experiencia durante siete años, tres meses y doce días opositando a Notarías, con todos los errores y aciertos que llevaron a la autora de este libro a aprobar la oposición.
Este libro trata sobre seres humanos que dicen haber sido pájaros y peces en vidas pasadas, meditadores que describen cómo dieron el paso de la vida a la no-muerte, pensadores convencidos de que, si entrenamos la mirada del alma y la orientamos hacia dentro, recordaremos nuestro origen divino. Relacionando el modo de vida que nos plantea el budismo antiguo y la ascesis esbozada en los Yogasūtra de Patañjali, sale a la luz la importancia de la memoria corporal del practicante.
La autora revisa algunos aforismos «budistas» del yoga de Patañjali, y también el legado budista que reflejan algunos de los comentarios que acompañan a los aforismos. Otros temas igual de importantes son abordados con lucidez: la memoria de vidas pasadas, el trance meditativo, y la relación del practicante con su propio cuerpo, con la felicidad o con el suicidio.
«En esta obra quiero establecer el enlace del transhumanismo con la tradición humanística de nuestra civilización, que resuena una y otra vez en él (...) El humanismo ya no puede ser el que era, agazapado en el placentero regazo de la superioridad de las humanidades y presumiendo de su pasado glorioso. Un imparable futuro se cierne sobre nosotros. ¿Pero no hay nada que hacer para detenerlo? O renovamos las bases y los temas del humanismo, ofreciendo nuevos criterios de pensamiento y de acción de los desafíos tecnológicos, o nos arriesgamos a que se impongan, sobre nuestra humanidad y la sociedad en general, los discursos de transformación o de substitución, en la estela de una salvación puramente inmanentista, que pronuncian nuevos ideólogos, que se adjudican a sí mismos el objetivo de tomar el relevo tanto de las ineficaces ciencias humanas, como de las religiones tradicionales». Ricardo Mejía Fernández «Mejía no formula una propuesta precaucionista o bioconservadora, sino en la línea crítica del humanismo antropocéntrico parcial que trajo la Modernidad. Tampoco pretende recuperar el humanismo teocéntrico medieval. En diálogo con J. Maritain, pero marcando distancias con el pensador francés, propone un humanismo antropocéntrico integral, abierto a todas las dimensiones naturales de la persona». Mario Iceta Gavicagogeascoa. Arzobispo de Burgos