Una nueva edición de un libro que da herramientas para liberarnos de las ataduras a las que nos somete la obsesión por el perfeccionismo.
La tendencia hacia el perfeccionismo es uno de los rasgos distintivos de las personalidades que, intentando salvaguardar una apariencia de equilibrio y autoconfianza, ocultan la angustia, el sufrimiento y la confusión más desesperantes. O, lo que es lo mismo, una serie de perturbaciones psicológicas nacidas de la necesidad de ejercer el control sobre todas las cosas, como por ejemplo: - El miedo a cometer errores o tomar una decisión equivocada. - La obsesión por el orden o la rutina firmemente establecida. - La reserva emocional. - La tendencia a la obstinación. - El sometimiento a las preocupaciones y las dudas. Las posibles recompensas de todo esto -seguridad económica, éxito, respeto de colegas y amigos- puede que resulten atractivas, pero decididamente tienen un precio: la pérdida de la intimidad, la autenticidad emocional y la autoestima. El presente libro demuestra, sin embargo, que el cambio es posible, y brinda comprensión y esperanza para quienes están aprisionados en las garras del perfeccionismo obsesivo, así como para sus familiares y seres queridos.
En vísperas de su muerte, y en una larga carta en la que le hablaba a un amigo íntimo de sus primeras experiencias, le decía a propósito de ellas: "Todo ello parece pertenecer a otra época y a otro mundo. Creo que actualmente todo mi interés se centra en otra cosa: en el 'el mundo del espíritu', y todo lo demás me resulta verdaderamente insignificante y sin importancia. Las cosas que tanto me importaban en el pasado ya no tienen interés, son cosas como las de Achaan Chab, el maestro budista, y estoy perdiendo el gusto por otras cosas. No sé si todo esto es una ilusión; lo que sí sé es que nunca en mi vida me había sentido tal feliz y tan libre..."
¿A qué se debe el extraordinario éxito de los libros de Tony de Mello? "Muy sencillo" decía Pedro Miguel Lamet en septiembre de 1987: "es una manifestación más del hambre de espiritualidad que cunde por el mundo. Ahora bien, este hambre tiene unas características muy especiales. A la gente no le van las fórmulas hechas; las palabritas piadosas que suenan al Ripalda; los caminos trillados que nunca les lograron despertar.