A ningún dictador le bastan el miedo y la violencia para gobernar: estas estrategias pueden resultar indispensables para alcanzar el poder e incluso para mantenerlo durante un tiempo, pero no suelen ser efectivas a largo plazo. La paradoja del dictador moderno es que debe crear la ilusión del respaldo popular, pues sólo un tirano cuyo gobierno es capaz de inspirar idolatría en el pueblo conseguirá perpetuarse. En Dictadores, Frank Dikötter examina ocho de los cultos a la personalidad más efectivos del siglo xx: aquellos que, mediante estrategias que van desde los desfiles militares coreografiados al detalle hasta el establecimiento de una férrea censura, fueron plenamente conscientes de la imagen que querían proyectar y fomentar. Este penetrante y oportuno ensayo analiza cómo se funda, afianza y perpetúa el culto a la personalidad, ayudándonos a identificarlo en algunos líderes mundiales de la actualidad y situándolo donde pertenece, en el corazón de la tiranía.
Hay dos mundos que coexisten gracias a la fuerza de lo secreto: uno ficticio, en el que los gobiernos intentan defender los valores de los ciudadanos y los derechos democráticos, y otro real, en el que se mezclan los intereses del Estado y de las élites económicas. Esta obra es una ventana al mundo real, aquel en que los políticos y los servicios de inteligencia y seguridad nacional se codean con organizaciones criminales, y en el que las agencias de control financiero contribuyen a la opacidad de cuentas de multimillonarios, dictadores y mafiosos cuyo dinero corrupto está socavando las instituciones.
Desde la City de Londres hasta Ginebra, de Rusia a Kazajistán, pasando por Zimbabue, Canadá, el Congo?, el recorrido de esta obra nos muestra no solo los entresijos del dinero turbio, sino también los nexos entre quienes operan y se enriquecen con ese capital ilícito. Narrado como un thriller, este libro revela de manera asombrosa la red de dinero negro que inunda la economía mundial, una lectura imprescindible en tiempos de evasión fiscal, blanqueo de capitales y tráfico de influencias.