Invitemos a niños y niñas a que sean los principales protagonistas de un cambio en el cual nosotros, adultos, tenemos que ser los primeros en creer. Así que demos el paso y sirvamos de ejemplo. Preguntémonos: «¿Qué puedo hacer yo?» y, sobre todo, «¿Qué podemos hacer juntos?» En casa, en la escuela, de forma individual y en grandes equipos. Pequeños gestos y acciones del día a día han de provocar ese cambio. Hemos de actuar, no por miedo a qué pasará si no lo hacemos sino porque con nuestras acciones estaremos respetando el lugar donde vivimos, nuestra casa.
Dos grandes divulgadores y expertos en política, desigualdad y reforma educativa han llevado a cabo un análisis sobre cómo, en los sistemas educativos contemporáneos, la agenda de igualdad de derechos y oportunidades choca con la de la distinción en resultados y estatus. A pesar de los progresos alcanzados desde la Ilustración, el siglo XXI ha presentado desafíos sin precedentes: una crisis de aprendizaje global, los devastadores impactos de la pandemia y un alarmante retroceso de los valores democráticos. El proyecto ilustrado de la educación universal es ahora objeto de todo tipo de cuestionamientos, planteados desde distintas convicciones políticas; al mismo tiempo, se ha agudizado la carrera educativa global, tanto entre personas como entre naciones. Contra la idea de que nos enfrentamos a un fracaso monumental, este libro aporta datos, recorre países, dilucida enfoques y propone vías que alumbren una nueva etapa de avance para el proyecto más exitoso de la Historia.
Educación Universal derriba todos los mitos relacionados con el sistema educativo y plantea interesantes hipótesis para el futuro, en el que las nuevas retóricas han de hacer frente a la desigualdad. Es un libro necesario para docentes, para padres preocupados por el futuro de sus hijos y para cualquier persona que haya ido alguna vez a la escuela.
Pronunciados en varias conferencias celebradas en diferentes capitales europeas en los años previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial, los discursos que se recogen en este volumen reflejan y explican la idea montessoriana de paz no como estado contingente, sino como el resultado de un proceso educativo. La paz, para Montessori, no es la simple ausencia de conflicto, sino un «concepto positivo de reforma social y moral constructiva», cuya realización pasa en gran medida a través de una reestructuración profunda de los métodos pedagógicos y de la enseñanza escolar. Adelantadas a su tiempo y extraordinariamente oportunas hoy en día, cuando los vientos de guerra vuelven a azotar Europa, estas palabras nos recuerdan que la paz es la consecuencia de un esfuerzo colectivo, un constructo social cuyos frágiles cimientos se apoyan sobre la educación.