Cansados, fracasados, ansiosos, empresarios de sí mismos, narcisistas, precarios? ¿Cómo se define una generación gestada a la sombra de un capitalismo voraz?
El filósofo Eudald Espluga crea en No seas tú mismo un mapa de retales de una generación hastiada y sobreexpuesta a los discursos de autosuperación personal, que ha vivido cómo el capitalismo digital se le metía bajo la piel. A través de referencias populares y cotidianas, descubriremos que esa fatiga puede subvertirse y transformarse en una forma de resistencia al neoliberalismo.
Escritos en primera persona, estos apuntes son una invitación a cuestionar el individualismo hiperproductivo y emprendedor.
«There is no society», dijo Margaret Thatcher en 1987. El mensaje caló en las clases dominantes occidentales y se ha producido una secesión de la gente de arriba -que, abandonando el bien común, sumerge los países occidentales en el caos- y la más desfavorecida. Como resultado, se descompone la sociedad.
Crisis de la representación política, atomización de los movimientos sociales y gentrificación de las ciudades son algunos de los signos del agotamiento de un modelo que ya no construye sociedades. La ola populista que atraviesa el mundo occidental no es más que la parte visible de un soft power ejercido por las clases populares que obligará al mundo de los de arriba o bien a unirse al movimiento real de la sociedad o bien a desaparecer.
Hace algunos años Christophe Guilluy acuñó el concepto de «Francia periférica», empleado hoy de manera muy generalizada, e hizo hincapié en el peligro del desprecio por parte del mundo mediático a las clases populares, y en la importancia del descontento de estas. Con este libro amplía su reflexión a un ámbito internacional: el Brexit, la elección de Trump o Bolsonaro y el auge de Vox en España dan cuenta del carácter internacional del fenómeno.
Una reflexión sobre cómo lo digital transforma nuestras vidas y nuestra relación con la lectura.
Somos ya seres digitales. Hemos pasado de la galaxia Gutenberg de McLuhan a la galaxia digital. ¿Cómo afecta a nuestra percepción de la realidad? ¿Qué derivas políticas suscita esta revolución tecnológica? ¿Cómo influye en el ejercicio del periodismo? ¿Cuál es el papel del libro y la lectura en esta nueva era? Juan Villoro responde a estas y otras preguntas en un ensayo que huye del academicismo y combina las pinceladas autobiográficas con la reflexión y la prospección especulativa.
Por estas páginas asoman los dispositivos móviles, las selfies y Twitter (ahora X), el control mediante el reconocimiento facial, internet y las mentiras virales, la lectura en red y la transformación del modo en que circula la información… Un nuevo contexto tecnológico que conduce a la «desaparición de la realidad». El libro explora las pistas anticipatorias en los países tecnológicamente más avanzados, como Japón o Corea del Sur; las profecías contenidas en la literatura visionaria de Bradbury y las viejas polémicas —ya presentes en Rousseau y Diderot— sobre realidad y representación, que vuelven a adquirir vigencia.
¿Hacia dónde nos dirigimos como ciudadanos y como lectores? Dice el autor: «Pasamos página gracias al siglo XII, leemos textos impresos gracias al XV, damos un clic gracias al XXI. La lógica de esa aventura depende de la manera de leer. […] Las tradiciones que perduran no son las que se aferran al pasado, sino las que no olvidan su futuro».
¿En qué grado necesitamos la política? El autor de este libro lo tiene claro: nunca demasiada. Quizá estamos acostumbrados a achacar a la política la elaboración de discursos interesados, llenos de promesas incumplidas. Debemos, en cambio, reconocerle la facultad de dar sentido preciso a las palabras. La política es un arte complejo que da forma al discurso y lo impregna todo: vivimos políticamente, amamos políticamente, nos vinculamos con los demás políticamente, calculamos nuestra forma de gozar políticamente. Por lo tanto, también tiene una relación directa con el poder. La política es el sostén del discurso del amo; por ello debe recurrir a su reverso, aunque sin saberlo. Entre el anverso del poder y su reverso, el psicoanálisis, el inconsciente se constituye como la banda de Moebius que los separa y los une a la vez.
Los primeros en atribuir una figura a Noé a partir de las sobrias palabras del Génesis lo imaginaron envejecido, barbudo y tan fiero con sus congéneres como sumiso con la divinidad. Pero también fue descrito y pintado borracho y desnudo, aunque, antes de exhibirlo, la Biblia lo muestra en doce escenas simbólicas: de rodillas, obedeciendo a su creador; armando un recipiente que podría evitarle la muerte; construyendo un edificio para salvar a ciertas criaturas elegidas; posando con su familia; embarcando especies zoológicas en un artefacto; flotando a la deriva; navegando durante el diluvio universal; asomándose a una ventana a la espera de una paloma; desembarcando en la cima de una montaña oriental; sacrificando en el fuego a los animales que sobrevivieron a la inundación; embriagándose con el vino recién descubierto, y durmiendo la borrachera a la sombra de su guarida.
Ninguno de estos sucesos es extraño en el repertorio de las escenas míticas fundacionales. Lo que sí es verdaderamente sorprendente es que el Arca no parece una embarcación, sino un edificio: una Casa que los defiende del Diluvio y, desde entonces, los protege de las inclemencias y posterga la muerte. Por tanto, Noé fue un arquitecto, heredero de Caín y precursor de quien ideó la célebre Torre de Babel. No un armador, ni un navegante, ni siquiera un profeta, sino el primer arquitecto que proyectó una gran residencia en la Tierra. De este modo, el Arca, como evidencia Noé en imágenes y señala su subtítulo, es la más eficaz y necesaria arquitectura contra toda catástrofe.
Para Carmen Calvo, una de las voces feministas más reconocidas de España, la agenda del debate público todavía no termina de entender la gravedad de los temas que afectan a las mujeres. Hacer una política feminista real implica desmontar y reconstruir la estructura de la vida humana, y, por eso, tanto desde una perspectiva socialista como democrática, es la cuestión fundamental de nuestros tiempos. Nosotras tiene la vocación de explicar, con una visión de conjunto, cuáles son los grandes problemas de la desigualdad de las mujeres y las grandes soluciones que aporta el feminismo.
Nosotras es un ensayo feminista divulgativo que parte de la propia trayectoria vital de su autora para reconocerse y reconocernos en otras muchas mujeres. Lejos de quedarse en el terreno teórico. Este ensayo lanza propuestas de acción muy concretas y pegadas a un terreno cotidiano en el que las mujeres de todas las edades puedan sentirse identificadas.
Nosotros que luchamos con Dios nos guía a través de los grandes relatos bíblicos de rebelión, sacrificio, sufrimiento y triunfo que han moldeado nuestra psique y nos han unido como civilización. Con un análisis fascinante y profundo, el pensador más influyente de la actualidad explora la caída eterna de Adán y Eva, el crimen de Caín, el arca de Noé, el colapso de la torre de Babel y el viaje de Moisés. ¿Qué significan estas historias y qué papel desempeñan en nuestra existencia? ¿Qué fuerza las escribió y transmitió a lo largo de los siglos? ¿Qué enseñanzas pueden ofrecernos hoy en día? Este libro nos invita a redescubrir los episodios bíblicos fundamentales que, incluso en la actualidad, iluminan las zonas oscuras de nuestra sociedad y responden a las grandes preguntas de la humanidad. Ha llegado el momento de entender estas cuestiones, tanto científica como espiritualmente, de tomar conciencia de la estructura de nuestras almas y nuestras sociedades.
En 1943, dos años después de su llegada a Nueva York, Hannah Arendt escribe el ensayo Nosotros, refugiados. Testimonio existencial de una apátrida excepcional, pero también primer manifiesto político sobre las migraciones, esta obra constituye una lectura indispensable para orientarse en el escenario político actual, donde ha aumentado la masa de quienes, atrapados entre fronteras nacionales, son considerados cuerpos extraños, superfluos, residuos de carne y hueso; los Estados aún discriminan y rechazan, mientras se multiplican los campos de internamiento y las zonas de tránsito donde son arrojados millares de seres humanos. La presente edición complementa el texto con un estudio crítico de Donatella Di Cesare que reconstruye la lección de Arendt, devolviéndole todo su carácter disruptivo.
¿«Nada es seguro en esta vida salvo la muerte»? Veremos. Los transhumanistas han llegado muy lejos y pretenden hacernos inmortales.
Nostalgia de futuro aborda los orígenes, fundamentos y peligros de la pretensión de alcanzar una naturaleza humana «mejorada» de manera acrítica y amoral a través de la tecnología. «El transhumanismo, aunque se presente como promotor de lo humano, es un pensamiento contrario al hombre. Lo es porque no asume la realidad esencialmente vulnerable y frágil del ser humano con la intención de paliarla o sanarla, sino que más bien pretende una superación de ella».
Desde la concesión en 2018 de la ciudadanía en Arabia Saudí al robot Sophia, que goza de más «derechos» que las mujeres en ese país, pasando por FM-2030, un hombre que asumió una identidad «futurista» porque aseguraba ser «una persona del siglo XXI arrojada accidentalmente al siglo XX», hasta la existencia de un partido político transhumanista, el americano Transhumanist Party, Roberto Esteban Duque aporta un recorrido exhaustivo y escalofriante de todas las «mejoras» realizadas en los últimos años, dejando claras las comprometidas intenciones de los transhumanistas: «crear en el sentido que se quiera la propia condición humana».