Estamos perdiendo nuestra capacidad de no hacer nada. Nuestra existencia está completamente absorbida por la actividad y, por lo tanto, completamente explotada. Dado que solo percibimos la vida en términos de rendimiento, tendemos a entender la inactividad como un déficit, una negación o una mera ausencia de actividad cuando se trata, muy al contrario, de una interesante capacidad independiente.
Byung-Chul Han indaga en los beneficios, el esplendor y la magia de la ociosidad y diseña una nueva forma de vida, que incluya momentos contemplativos, con la que afrontar la crisis actual de nuestra sociedad y frenar nuestra propia explotación y la destrucción de la naturaleza.
¿Quién decide lo que consideramos verdadero? ¿Quién da forma a la construcción de los hechos? Para Solnit, nos encontramos en medio de una batalla por el dominio de la narrativa en la que los poderosos intentan aferrarse a sus antiguos privilegios, pudiendo justificar la violencia para defenderlos, y otras voces minoritarias —las mujeres, las personas racializadas, y todos aquellos que están al margen del poder— luchan por hacerse hueco en el elenco de la verdad. A partir de movimientos como el #MeToo y el Black Lives Matter, o casos como el de Harvey Weinstein, Rebecca Solnit, «una de las pensadoras más influyentes de nuestro tiempo» (Público), analiza este cambio de paradigma, señalando sus triunfos y sus fallos, y abogando por la democratización de las nuevas ideas y los nuevos lenguajes como forma de resistencia.
Parece haber un consenso general sobre el difícil momento en el que se encuentran las democracias actuales. La palabra crisis reaparece con fuerza en sus distintas formas de crisis climática, bélica, pandémica, o energética. Además de las dificultades para gestionar estas crisis desde la política pública, existe un problema fundamental y persistente que tiene que ver con la expresión y organización política de los ciudadanos. Desde la academia y los medios de comunicación se habla del problema del populismo, la amenaza de la extrema derecha, y la polarización como los desafíos fundamentales para el funcionamiento democrático. Este libro presenta un enfoque alternativo a lo que denomina "la narrativa de la polarización" y plantea que la idea de polarización no nos permite comprender de modo certero los límites y problemas de las democracias contemporáneas. Frente a la narrativa de la polarización, se propone el estudio de la "paralización" de la ciudadanía con el objetivo de identificar los retos que las democracias actuales enfrentan. A partir de esta idea, se analizan los límites de la democracia en dos dimensiones principales: por un lado, en las formas de representación política que se han consolidado históricamente y por otro, en las comunidades de sentido en las que nos integramos como ciudadanos-votantes en la esfera pública.