Lejos de ser un estudio corriente, Hegel y el cerebro conectado nos muestra nuestro mundo actual bajo una perspectiva hegeliana. Slavoj Žižek analiza las consecuencias de la creación de un vínculo entre nuestros procesos mentales y una máquina digital y explora el concepto de singularidad al que da lugar el hecho de compartir con otras personas nuestras experiencias y pensamientos. El autor profundiza en la cuestión de cómo esto influye en nuestra experiencia y nuestra condición de seres humanos libres, explorando lo que sucede con el espíritu humano, con nuestra subjetividad y con la esencia misma de ser humanos cuando una máquina puede leer, procesar y descomponer nuestros pensamientos.
Con su característico brío y entusiasmo, Žižek pone a Hegel en relación con el mundo en el que vivimos y nos muestra por qué es mucho más interesante de lo que la gente cree, y por qué el siglo XXI podría ser hegeliano.
¿Influyó el antiguo gnosticismo en el joven Hegel? En esta obra reveladora, Andrés Ortigosa examina una sugerente hipótesis planteada por el filósofo Leonardo Polo: que los escritos de juventud de Hegel, especialmente los de sus periodos en Berna y Fráncfort, contienen resonancias profundas con el pensamiento gnóstico. Con rigor y claridad, Ortigosa explora cómo las ideas gnósticas pueden haber moldeado la concepción temprana de Hegel sobre la razón como chispa divina y su búsqueda de la unidad entre lo finito y lo infinito. Para Hegel, la razón no es solo una herramienta humana, sino un reflejo de la esencia divina, en una comunión de lo racional y lo espiritual que desafía las interpretaciones seculares de su pensamiento. A través de un análisis minucioso de fuentes y textos, esta obra arroja luz sobre una dimensión poco explorada del célebre filósofo y revela la influencia de lo místico y lo mistérico en su formación. Hegel, el gnóstico es una lectura indispensable para quienes desean profundizar en los matices de su pensamiento y en las influencias que marcaron su filosofía, invitando al lector a redescubrir a Hegel desde un ángulo único, donde razón y misterio se entrelazan en una relación fascinante. «Este libro recorre las pistas que se nos van presentando a lo largo de las etapas de la vida y la obra del filósofo alemán, desbrozándonos un sendero por entre la espesura del gnosticismo y del propio Hegel». José Antonio Antón Pacheco, profesor titular de Historia de la Filosofía de la Universidad de Sevilla.
En Hegemonía sexual, Christopher Chitty rastrea los quinientos años de historia de las relaciones sexuales capitalistas. Se trata, en este sentido, de una verdadera arqueología de la dinámica de clase burguesa por regular la homosexualidad, pero también de las formas de resistencia y lucha de clases en ese ámbito. Tras las huellas de la politización de la homosexualidad masculina en la Florencia del Renacimiento, en Ámsterdam, París y Londres entre los siglos XVII y XIX, así como en la ciudad de Nueva York durante el siglo XX, Chitty muestra cómo la sexualidad se convirtió en una dimensión crucial de la acumulación de capital, al igual que en una importante técnica de dominio burgués. Ya sea por medio del control de la sodomía masculina durante el gobierno de los Médici en Florencia, o de la reiterada acusación contra la aristocracia francesa de practicar una sexualidad monstruosa en la Revolución francesa, la burguesía usó tanto la restricción como la libertad sexual para producir y controlar a las clases trabajadoras, transformándolas en una herramienta de producción fiable, subordinada a la sociedad civil y al Estado. De este modo, al abordar la sexualidad como un campo de contienda social, esto es, como un espacio privilegiado de la lucha de clases, Chitty nos propone embarcarnos en una política que destruya la sexualidad como herramienta y efecto del poder.