Francesco Petrarca es una de las cumbres de la cultura occidental. Su legado intelectual, inmenso en su tiempo, supuso el origen de lo que todavía hoy entendemos por Humanismo. Pero, además de un gran filólogo y estudioso incansable de los clásicos, Petrarca fue también un hombre apasionado por la política de su tiempo, un católico devoto en constante reflexión sobre la virtud propia y ajena, un aspirante a filósofo cristiano —Platón, Séneca y san Agustín fueron sus grandes maestros— y, cómo olvidarlo, un poeta único, cuya huella en la literatura europea perduró durante siglos y aún hoy nos cautiva y condiciona.
Este libro recorre los avatares y las máscaras de esa figura, su trayectoria intelectual y las paradojas de su posteridad a partir de cuatro espléndidos y sabios textos de Francisco Rico, miembro de la Real Academia Española desde 1987 y el más insigne petrarquista de nuestro tiempo.
La figura del escritor ha encontrado pocas encarnaciones tan emblemáticas como en Philip Roth. Tras pasar años estudiando a fondo su archivo personal, Blake Bailey realizó entrevistas a amigos, amantes y colegas, y mantuvo conversaciones de una franqueza asombrosa con el propio Roth.
Esta biografía recorre la vida del autor, desde su infancia, en un entorno judío de clase media-baja, hasta la cumbre de su fama. Analiza el peso que su desastroso primer matrimonio tuvo en su carrera, su labor en beneficio de colegas disidentes del otro lado del Telón de Acero, su rivalidad con amigos como John Updike o William Styron y su tumultuosa vida amorosa, en especial su relación con Claire Bloom.
Un texto honesto y documentado a conciencia que rastrea el recorrido de un maestro de la novela tan amado como cuestionado, pero imprescindible para la literatura contemporánea.
Si bien es reconocido mundialmente como uno de los grandes novelistas del género histórico, y especialmente marítimo, Patrick O’Brian fue, en realidad, un gran contador de historias.
Publicada por primera vez en 1976, es ésta una biografía completa, exhaustiva, pero a la vez profundamente personal del gran pintor que fue Pablo Picasso, y la única que ha sabido apreciar plenamente los orígenes mediterráneos del carácter y el arte del artista.
Todo en Picasso, excepto su estatura física, era de una escala enorme. Jamás ningún pintor fue tan asombrosamente productivo y con tanta calidad; y tampoco ninguno consiguió ganar tanto dinero en vida con su obra. Nadie puede rivalizar con él en el interés del público, siempre ávido e insaciable. Y Patrick O’Brian, amigo personal de Picasso, lo conocía lo suficientemente bien como para captar la esencia real de su personalidad.