Las relaciones entre música y literatura son antiguas y profundas. La palabra remite a la música de maneras múltiples, y la creación literaria refleja este hecho y se sirve de él. Este libro plantea varios criterios generales para entender cómo la literatura recoge la influencia de la música y se centra en varias manifestaciones de la narrativa contemporánea que convergen en la eufónica metáfora del surco sonoro. Cada uno de sus capítulos está dedicado a un surco particular: el primero se ocupa de la teoría científica, idea filosófica y tópico cultural conocido como la música o armonía de las esferas; el segundo se centra en la música pop-rock y en el género policiaco para mostrar que la música ha servido como molde narrativo más allá de los cauces tradicionalmente explorados, y el tercero aborda la inserción de partituras como parte constitutiva de la obra literaria. Surcarán las páginas de este libro, por tanto, novelas que contienen partituras, que reinterpretan la idea de la música de las esferas, que se estructuran y se presentan como grabaciones en formato CD o que avanzan en la investigación del crimen a través de las matemáticas de la música.
Salvaje, voraz y creativa: así fue la vida de la pintora Suzanne Valadon. Hija de una lavandera viuda, hizo y fue de todo antes de dedicarse a la pintura: modista, obrera, florista de una funeraria, camarera, acróbata, modelo… Pero, en aquel Montmartre parisino de finales del siglo XIX e inicios del XX, en un momento en el que las mujeres quedaban relegadas al salón burgués, al claustro conventual, a la máquina proletaria o al lecho prostibulario, Suzanne no se dejó encasillar. Modelo de algunos de los artistas más aclamados de la primera modernidad, como Renoir, Degas o Toulouse-Lautrec (quien la bautizó tal como ahora la conocemos), no tardó en convertirse ella misma en una afamada pintora. Así, entre lienzos, amantes y alcohol, consiguió salir de la extrema miseria en la que había vivido hasta el momento y comenzó a disfrutar del reconocimiento de los exigentes círculos artísticos parisinos y de una notable fortuna que no le preocupó malgastar antes de morir. Entretanto, pintó su vida de colores, se la comió a mordiscos y se la bebió de un tirón.
Swimming Underground: Mis años en la Fábrica Warhol es el relato de Mary Woronov, superviviente del período de la Fábrica de Andy Warhol a finales de los años sesenta. Seducida por el glamour decadente de la escena que giraba en torno al artista, Woronov dejó la universidad, apareció en numerosas películas de serie B, actuó en varias ocasiones con The Velvet Underground y se sumergió en la cultura de la droga que imperaba en el Nueva York más marginal.
En este libro la protagonista arrastra al lector a un viaje surrealista en el que refleja de primera mano su fascinación por este círculo de artistas (Lou Reed, Nico, Gerard Malanga, Ondine), por las drag queens de la Fábrica, las fiestas y los excesos. Viajamos con ella desde el entusiasmo inicial por pertenecer a esta contracultura hipster hasta la absoluta pérdida del control debido a su adicción a las anfetaminas: estas memorias frenéticas son un retrato veraz de una época desde el punto de vista de alguien que lo vivió intensamente y desde dentro.