Siempre estoy dándole vueltas a qué piensan los demás sobre mí.
A quién ven en mí.
Pero contigo no me pasa.
Contigo puedo ser yo mismo.
Micah tiene dieciocho años y un único deseo: encontrar a Adrián, su hermano mellizo, que desapareció sin dejar rastro cuando su madre lo echó de casa tras pillarlo en la cama con otro chico. Mientras que sus padres guardan las apariencias, ella renuncia a su plaza de Yale y se matricula en la universidad local para seguir buscando a su hermano.
Al mudarse a su nuevo apartamento, descubre que tiene como vecino a Julian, el atractivo camarero que perdió el trabajo por culpa suya unas semanas atrás. Micah se siente fatal, pero él no le da la oportunidad de disculparse, y ella pronto descubre que el chico no deja que nadie se le acerque.
Cuanto más lo conoce, más le fascina su carácter impenetrable, al tiempo que crece el hormigueo que le invade cuando lo tiene cerca. Sin embargo, Julian guarda un secreto que podría cambiar para siempre el modo en que Micah lo ve...
Una guerra de bandas nunca había sido tan sensual.
En la ciudad de Operetta hay una eterna guerra entre los chicos de los bajos fondos y los niños ricos del barrio más exclusivo, East Wood. Mark pertenece al primer grupo, liderado por Theo. Nunca ha necesitado la atención ni el amor de nadie. Pero entonces conoce a Lee Parker, el hijo de una de las familias más respetadas de la ciudad.
Por otra parte, Iván, el perrito faldero de Theo, coincide con el cabecilla de los pijos del East Wood: Alex Peterson.
Y es entonces cuando Mark e Iván comienzan a perder la cabeza por dos personas que jamás de los jamases habrían entrado en su prototipo de tío al que habrían besado
The Nightbirds were once their city’s best-kept secret, but now the secret’s out. What’s more, they can do magic no one has seen in centuries. They’re like the Fyrebirds of old: the powerful women who once moved mountains, parted seas, and led armies. Some say that when four join together, they become a force that shakes the earth and sends magic rippling through it. It does seem as if something has awoken in Eudea, but the four girls responsible don’t want the world to know the full extent of what they can do—at least not yet.
Hola, soy el tío que lee tus mensajes y, por cierto, me he enamorado de ti...»
Beth y Jennifer trabajan en el departamento de redacción de un periódico. Son inteligentes, divertidas y muy buenas amigas, y suelen escribirse correos en los que discuten aspectos de sus vidas personales, pero lo que no saben es que un compañero de trabajo también los está leyendo.
Lincoln O'Neill es el tipo que lee los correos. Ese es su trabajo en la empresa. Debería haberlas advertido la primera vez que transgredieron las normas, pero las dos parecen tan majas... Le gustan, le gustan mucho, sobre todo Beth.
¿Podrías enamorarte de alguien a quien no has visto nunca?
Olive Smith es una doctoranda de tercer año que no cree en las relaciones amorosas duraderas, pero su mejor amiga, Ahn, sí, y por eso Olive se ha metido en un lío monumental. A Ahn le gusta el exnovio de Olive, pero jamás daría el primer paso porque es una buena amiga. A Olive no le va a resultar nada fácil convencerla de que ha pasado página, puesto que los científicos necesitan pruebas. Por eso, como cualquier mujer con un mínimo de amor propio, se deja llevar por el pánico y besa al primer hombre con el que se encuentra para que Ahn la vea.
Ese hombre es nada más y nada menos que Adam Carlsen, un joven profesor tan reputado por la calidad de su trabajo como por su imbecilidad. Así que Olive se queda de piedra cuando Carlsen accede a mantener su farsa en secreto y ser su novio falso. Sin embargo, después de que un importante congreso científico se convierta en un desastre y Adam vuelva a sorprenderla con su apoyo inquebrantable (y sus inquebrantables abdominales), su pequeño experimento se acerca peligrosamente al punto de combustión. Olive no tarda en descubrir que la única cosa más complicada que una hipótesis sobre el amor es analizar su propio corazón bajo el microscopio.
Misery Lark, the only daughter of the most powerful Vampyre councilman of the Southwest, is an outcast again. Her days of living in anonymity among the Humans are over: she has been called upon to uphold a historic peacekeeping alliance between the Vampyres and their mortal enemies, the Weres, and she sees little choice but to surrender herself in the exchange again...
Weres are ruthless and unpredictable, and their Alpha, Lowe Moreland, is no exception. He rules his pack with absolute authority, but not without justice. And, unlike the Vampyre Council, not without feeling. It’s clear from the way he tracks Misery’s every movement that he doesn’t trust her. If only he knew how right he was