Tras descubrir que ha sido profetizada para salvar el reino, el deber de Aya debería estar claro: volver a su patria con Will, su antiguo enemigo, para servir a su reina en la guerra que se avecina.
Sin embargo, con la traición acechando, Aya y Will se ven obligados a mentir, manipular y ocultar sus sentimientos mientras luchan por descubrir la verdad antes de que la oscuridad los destruya a todos.
Y con los secretos y engaños que persiguen a Aya allá donde va, la joven no puede sino preguntarse si es la intención de los dioses que salve el reino... o si su destino no será, por el contrario, verlo arder.
UNA BRUJA...
Rune Winters está huyendo. Desde que el chico al que amaba, Gideon Sharpe, reveló quién era y la entregó al enemigo, el mundo entero la quiere ver muerta. Si Rune quiere sobrevivir, debe aliarse con la cruel y peligrosa Cressida Roseblood, que planea recuperar la República y reinstaurar un Reino de Brujas. Y para ello necesita a Rune.
UN CAZADOR DE BRUJAS...
Al parecer, a Rune no le bastó con engañar a Gideon; ahora lo ha traicionado aliándose con la bruja que convirtió su vida en un infierno. Gideon no permitirá que la República caiga en manos de las brujas y se sumerja de nuevo en las pesadillas del pasado. Todas las brujas deben morir, especialmente Rune Winters.
Amanece el día de los Quincuagésimos Juegos del Hambre y el miedo atenaza a los distritos de Panem. Este año, en honor al Vasallaje de los Veinticinco, se llevarán de sus hogares al doble de tributos.
En el Distrito 12, Haymitch Abernathy intenta no pensar demasiado en sus probabilidades. Lo único que le importa es que se acabe el día para poder estar con su chica.
Cuando anuncian el nombre de Haymitch, todos sus sueños se rompen en pedazos. Lo separan de su familia y de su amada, y lo envían al Capitolio con los otros tres tributos del Distrito 12: una amiga que es casi como una hermana pequeña para él, un chico obsesionado con analizar apuestas y la chica más estirada de la ciudad. Cuando empiezan los Juegos, Haymitch comprende que en el Capitolio quieren que fracase. Sin embargo, algo dentro de él desea luchar… y que el eco de esa lucha llegue mucho más allá de la mortífera arena.
Henry Turner se da cuenta de que va a tener que esforzarse cuando termina en una clase complicada con el profesor que menos le gusta. Encima, ahora es el nuevo capitán del equipo de hockey, así que no puede permitirse fallar. Pero todo cambia cuando se cuela en un club de lectura accidentalmente y conoce a Halle Jacobs. Ella es una auténtica superestrella cuando se trata de estudiar. Aunque entre sus propias clases, el trabajo, el club de lectura y la novela que está intentando escribir no tiene tiempo para ser tutora de nadie, se ofrece a ayudar a Henry. Además, ¿no dicen que las nuevas experiencias ayudan a salir de los bloqueos creativos? Y él promete que va a darle muchas… Lo único que tienen que hacer es apegarse al reglamento que han establecido. Ah, y no enamorarse, claro.
Russ Callaghan y Aurora Roberts coinciden en una fiesta, se dejan llevar por un juego y terminan juntos. Sin embargo, ella se escabulle antes de que él tenga la oportunidad de pedirle una cita. Sin saberlo, ambos van a trabajar en el mismo campamento de verano: él, para alejarse de su padre, y ella, para volver al último lugar donde se sintió como en casa. Russ sabe que tiene prohibido «fraternizar» con Aurora si no quiere que lo echen. Desgraciadamente para él, a ella no le importan tanto las reglas... Ahora solo les queda descubrir si las chispas que saltaron entre ellos durante su primera noche quedarán en nada o si, por el contrario, lo incendiarán todo.
Solo lo extraordinario pertenece al reino de Ilya: los excepcionales, los poderosos, los élites. Aquellos que nacieron vulgares son solo eso: vulgares. Y cuando el rey decreta que todos los vulgares serán eliminados para preservar su sociedad de élite, carecer de poder se vuelve un crimen, lo cual convierte a Paedyn Gray en una criminal por destino y en una ladrona por necesidad. Finge ser psíquica en la ciudad real, y pasa desapercibida para seguir viva y fuera de peligro. Cuando Paedyn inesperadamente salva a uno de los príncipes de Ilya, se ve arrojada a las Pruebas de la Purga. La brutal competición existe para exhibir los poderes de los élites, algo de lo que Paedyn carece. Si la Purga y sus rivales no la matan, lo hará el príncipe cuando descubra lo que ella es en realidad...