Porque a veces basta con un «deja que ocurra» para arriesgarlo todo.
Leah está rota. Leah ya no pinta.
Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, ni que toda su vida está a punto de cambiar.
Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Él siempre obtuvo lo que quiso, hasta que la conoció.
Whit Lancaster llegó a mi vida como una tormenta que arrasó con todo. A pesar de que muchos le temen, nadie puede negar que es tan atractivo como las estatuas griegas que adornan los jardines de nuestra escuela, la misma que fundó su familia.
Aunque intenté mantenerme lejos de él, todo cambió la noche que lo golpearon por defenderme. Mi instinto gritaba que debía abandonarlo a su suerte, pero decidí ayudarlo. Al final, caí en sus mentiras: me sedujo con sus fríos ojos azules y, cuando se fue de mi cuarto, se llevó mi diario.
Ahora sabe todos mis secretos y promete usarlos en mi contra. Si los demás se enteran de lo que he escrito en esas páginas, mi vida quedará arruinada para siempre. La única opción es hacer un pacto con el diablo y, a cambio de su silencio, acceder a todo lo que Whit me pida.
«Nunca podría haber previsto cuánta gente leería mi historia y, menos mal, porque, de haberlo pensado, no habría sido tan sincera como lo fui al escribirla.Este libro trata sobre mis amistades, pero también sobre las vuestras.Este libro trata sobre la gente que vivió a mi lado durante un momento muy corriente y muy especial de mi vida.Este libro es una carta de amor.»
Todo lo que sé sobre el amor es tan salvajemente divertido y conmovedor como la vida de cualquier veinteañero que crece navegando entre desengaños amorosos y relaciones desastrosas.
Rebosante de ingenio, corazón y humor, es un libro para compartir con todas las mujeres a las que alguna vez has tenido la suerte de llamar amigas.
El desenlace de la bilogía «Deja que ocurra». ¿Qué pasará con Axel y Leah?
Han pasado tres años desde la última vez que Axel y Leah se vieron.
Ahora, Leah está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.
Y, pese al pasado, Axel necesita formar parte de un momento como ese.
Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leah tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo.
Porque él sigue siendo el chico que aún no ha olvidado.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.
Lía y Beck. Beck y Lía. A pesar de no estar siempre presentes en la vida del otro, Lía sabe que ella y Beck están destinados a acabar juntos. Y no es solo su amistad y la química que hay entre ellos: cuando la madre de Lía era adolescente, una pitonisa predijo que su hija se enamoraría del hijo de su mejor amiga. Lía y Beck han estado destinados el uno al otro desde entonces, o eso creían.
Cuando una tragedia acaba con la vida de Beck, Lía no sabe qué hacer. La predicción de su madre lo era todo. Si estaba destinada a estar con Beck, y ahora él no está, ¿qué se supone que tiene que hacer? ¿Podrá recuperarse su corazón de esta pérdida, e incluso encontrar un nuevo amor?
Mi madre solía describir la pequeña isla donde vivimos como un lugar donde las olas llegan a la orilla con suavidad, la arena es dorada y el mar sabe a sal.
El tiempo me hizo ver que Helena, mi madre, era tan grandiosa que consiguió hacernos felices aun cuando su vida se rompía en mil cristales diminutos.
Ella siempre decía que la mejor parte de alejarse de casa es volver. Luna debe pensar igual ya que ha vuelto seis años después de macharse sin mirar atrás, alejándose de mí en el peor momento de mi vida.
LUNA
En el extremo más alejado de la isla y, sendero arriba, se encuentra el lugar más bonito de Isla de Sal, al que me dirijo por primera vez en seis años. La librería de Helena se encuentra en un pequeño acantilado con unas vistas increíbles. Este lugar y sus dueños, Helena y Lucio, fueron un bálsamo para mí.
Y sus hijos, Orión y Galatea, fueron mis mejores amigos hasta que las cosas se complicaron demasiado y mi vida se derrumbó tanto como para que optara por irme dejando atrás a mi familia, mis mejores amigos y a Orión, mi primer amor. Seis años después estoy de vuelta y no tengo ni idea de cómo irán las cosas.
¿Quedará algo que salvar de aquel amor adolescente o las decisiones del pasado pesarán más?
¿Será cierto que hay cosas imposibles de perdonar?