En un mundo donde todos te empujan a perseguir más, a acumular más «hábitos exitosos», aquí está la cruda verdad: ya vas armado hasta los dientes. Lo que ya haces a diario tiene el potencial de lanzarte a otro nivel.
Sí a (casi) todo es el puñetazo directo a esa mentalidad tóxica de que siempre necesitas más.
No necesitas reinventarte.
No necesitas otro ritual matutino de 10 pasos ni una dieta de moda.
Necesitas ajustar.
Necesitas reenfocar.
Necesitas explotar lo que ya tienes.
Mientras los demás siguen buscando el próximo gran truco o tendencia, tú estarás dando un nuevo impulso a tu vida con los mismos hábitos que ya practicas:
Menos esfuerzo.
Más impacto.
Menos ruido.
Más acción.
Este no es tu manual de autoayuda edulcorado. Es una llamada a la autenticidad, a reconocer y potenciar lo que ya posees. Así que deja de buscar. Tienes en tus manos la guía definitiva para dar un giro exponencial a tu vida como nunca lo has intentado antes.
Cuando se trata de los grandes temas, como la felicidad, los valores y la responsabilidad, la vida está marcada por preguntas aparentemente interminables. Manson aborda estos problemas con su irreverencia única, ofreciendo ideas y observaciones para ayudarnos a encontrar nuestras propias respuestas.
Para integrar la educación emocional en tus hijos, primero tendrás que hacerlo en ti. Solo de esta manera les proporcionarás las herramientas necesarias para conocer sus emociones, superar con resiliencia las adversidades, ser asertivos, respetarse a sí mismos y a los demás, disfrutar de la vida y hacer de la positividad, el respeto y la empatía piezas clave en sus relaciones...
Todos somos capaces de alcanzar la felicidad.
La felicidad está al alcance de todos, pero hay que trabajar y concienciarse para conseguirla y disfrutarla.
En Tus tres superpoderes para lograr una vida más sana, próspera y feliz el doctor Mario Alonso Puig nos descubre, con una sólida base científica, las prácticas para cuidar la salud del cuerpo, la mente y el alma:
Fomentar la salud es en sí la mejor prevención de cualquier enfermedad.
Saber enfocar la mente para que no nos anule, sino que nos ayude, es básico si queremos disfrutar de un extraordinario nivel de bienestar y prosperidad.
Cultivar el alma mediante la trascendencia del propio ego y sus pulsiones nos permite reconectar con una fuerza que todo lo puede.
El amor es la fuerza más poderosa del universo. Un mágico sentimiento que nos envuelve, nos hechiza y transforma nuestras vidas. Sin embargo, el embrujo del amor romántico no siempre es placentero; a veces también conlleva dudas y puede asestar duros golpes a nuestra autoconfianza. Eso explica que el «mal de amores» sea uno de los motivos principales a la hora de acudir a coaches, brujas, magos y demás especialistas…
Con ingredientes fáciles de conseguir y elementos naturales, este libro te muestra paso a paso cómo elaborar hechizos y conjuros altamente efectivos para...
… despertar el amor y la atracción sexual.
… construir una relación profunda, placentera y estable.
… aportar intensidad y pasión a esa relación que parece apagarse.
… expresar mejor tus sentimientos.
… evitar que te engañen.
… reconciliarte tras una discusión.
En tus manos tienes el poder y las claves. Asombro y diversión asegurados.
Cuando escribí la primera edición de este libro tenía muy poco conocimiento acerca de la misión que le corresponde desempeñar a los Ángeles Celestiales con todos los seres humanos. Recuerdo que en cada experiencia positiva usaba deliberadamente la palabra “Ángel”, pero sin una conciencia clara del significado tan profundo que tiene esta palabra. Para explicarme mejor expondré un ejemplo sencillo. Cuando algo se me resolvía rápida y fácilmente a través de la ayuda de otra persona, yo decía: “Gracias a un Ángel que me ayudó”. De esta manera, cada vez que necesitaba “una mano amiga” decía: “Dios mío, por favor, mándame un Ángel, necesito encontrar un Ángel en este lugar”.
Otras veces perdía algo y de igual manera decía: “Necesito un Ángel que me ayude a encontrar lo que he perdido”. Así, sucesivamente, la palabra Ángel fue ocupando gran parte de mi diario vivir. Igualmente, si trataba a una persona buena, pensaba: “Esa persona es un Ángel o tiene algo de Ángel”. Poco a poco comencé a interesarme más seriamente en los Ángeles.