Solemos considerar nuestro cuerpo como un mero espectador de nuestra vida, impasible a lo que vivimos y sentimos. Sin embargo, el cuerpo experimenta, recuerda y se expresa continuamente con señales que no siempre sabemos descifrar.
Natalia Seijo, psicóloga experta en psicosomática, presenta la guía más completa y actualizada para comprender la estrecha relación que existe entre nuestra salud mental y física. Mediante numerosos casos de pacientes a quienes la psicoterapia ha conseguido devolver la esperanza ante todo tipo de dolencias, nos ofrece las claves para validar lo que sentimos, identificar el origen de nuestro dolor y mejorar la huella que nos dejen las experiencias que están por venir.
Según Moore, el gran mal de nuestro tiempo está vinculado a que hemos descuidado la relación con nuestra alma, lo que se manifiesta en forma de vacío, depresión y desilusión hacia la vida y hacia nuestras relaciones.
Este libro nos ofrece un programa único para aprender las prácticas espirituales necesarias para volver a poner el alma en el centro de nuestras vidas, tales como aprender a permanecer en nuestro presente, a aceptar la realidad con sus luces y sus sombras, o encontrar lo sagrado en las cosas ordinarias del día a día.
El cuidado del alma es, sin duda, una pequeña joya que reúne tanto consejos psicológicos como orientación espiritual, y que ha ayudado a despertar la consciencia de millones de personas en todo el mundo.
Cada vez que agachamos la cabeza, nos sometemos o accedemos a peticiones irracionales, le damos un duro golpe a la autoestima: nos flagelamos. Y aunque salgamos bien librados por el momento, logrando disminuir la adrenalina y la incomodidad que genera la ansiedad, nos queda el sinsabor de la derrota. ¿Quién no se ha mirado alguna vez al espejo tratando de perdonarse la sumisión o no haber dicho lo que en verdad pensaba? ¿Quién no ha sentido, así sea de vez en cuando, la lucha interior entre la indignación por el agravio y el miedo a enfrentarlo?
Aun así, en cada uno de nosotros hay un reducto de principios donde el yo se niega a rendir pleitesía y se rebela. Tenemos la capacidad de indignarnos cuando alguien viola nuestros derechos o somos víctimas de la humillación, la explotación o el maltrato: podemos decir NO.
En el proceso de aprender a querernos a nosotros mismos, junto al autoconcepto, la autoimagen, la autoestima y la autoeficacia, que ya he mencionado en Aprendiendo a quererse a sí mismo, hay que abrirle campo a un nuevo auto: el autorrespeto, la ética personal que separa lo negociable de lo no negociable, el punto de no retorno.
Detrás del ego que acapara, está el yo que vive y ama, pero también está el yo aporreado, el yo que exige respeto, el yo que no quiere doblegarse, el yo humano: el yo digno.