La técnica del Mapa Mental de Tony Buzan ha reunido asombrosos elogios y un enorme seguimiento a nivel mundial en las últimas décadas, pero, como sucede con cualquier idea muy exitosa, ha habido muchos imitadores. Con Mapas mentales, Tony Buzan restablece los conceptos esenciales que son el núcleo del Mapa Mental con una claridad y practicidad incomparables. Si estás buscando mejorar tu memoria, planificar tu estrategia comercial, organizarte mejor, estudiar para un examen o planificar tu futuro, este es tu libro. Con una claridad y profundidad que supera con creces a cualquier otro libro sobre el tema, incluye la historia del desarrollo del Mapa Mental, una explicación de lo que hace (y lo que no) y por qué es una herramienta tan poderosa, las técnicas ilustradas paso a paso para el desarrollo del Mapa Mental -desde aplicaciones simples a complejas- y cómo lidiar con los que han salido mal. Dirigido tanto para los novatos en el concepto como para los usuarios más avanzados que deseen revisar y ampliar su experiencia.
Muchas personas son víctimas de lo que Walter Riso denomina mandatos irracionales perfeccionistas o «antivalores exitosos».
Estos mandatos pretenden que seamos «hombres y mujeres que han alcanzado el top 10», es decir, seres excepcionales en algún área, no importa el costo emocional que esto implique.
Preceptos publicitados y transmitidos que se convierten en una forma de autoexigencia cruel e injustificada, o en la búsqueda de una «perfección psicológica» agotadora e irracional. Un sufrimiento inútil que se instala y echa raíces en nuestra mente, con la anuencia y premeditación de una cultura obsesionada por los «ganadores» y los «fuera de serie».
Este libro nos enseña a rebelarnos contra esos mandatos y promover una autoaceptación incondicional y sin excusas.
Estás a punto de aprender la lección más importante de tu vida. Todos hemos conocido a alguien mayor y más sabio que nos inspiró cuando éramos jóvenes y nos ayudó a ver el mundo de un modo más profundo. Para Mitch Albom, esa persona fue su profesor de la universidad, Morrie Schwartz. Con el tiempo le perdió la pista, pero la casualidad quiso que pudieran retomar el contacto cuando a Morrie, que padecía ELA, le quedaba poco tiempo de vida. Desde entonces lo visitó cada martes para hablar con él de temas eternos y universales, y para recuperar la curiosidad y la fascinación por un mundo que, con el paso del tiempo, se había vuelto frío y descolorido. Un testimonio extraordinario que ayuda a dar sentido a nuestra vida.