La carta que Neal Cassady le escribió a Jack Kerouac e inspiró el estilo de En el camino.
El 17 de diciembre de 1950 Neal Cassady escribió a Jack Kerouac una carta que impresionó a este hasta el punto de modificar su estilo narrativo. Cassady le cuenta en ella la aventura que había tenido cinco años antes con una muchacha llamada Joan Anderson, y entre bromas y veras salpica el relato con multitud de anécdotas, opiniones, descripciones y juegos verbales. Kerouac se fijó sobre todo en la desenvoltura y frescura con que su amigo contaba las cosas, en su mezcla de golfería y sensibilidad literaria, en la facilidad con que improvisaba e introducía digresiones y, en definitiva, en la libertad narrativa que reflejaba. Un año antes Kerouac y él habían recorrido el país y vivido una serie de experiencias que el primero se disponía a contar con el puntillismo naturalista que había aprendido de Thomas Wolfe y plasmado en su primera novela, La ciudad y el campo, que acababa de publicarse aquel mismo año. Pero leer la carta lo cambió todo.
Nayeli, una joven tehuana que ha huido de su hogar, llega a la ciudad de México desamparada. Gracias a sus maravillosos dotes en la cocina encuentra un lugar en la Casa Azul, donde Frida Kahlo vive prácticamente aislada desde el fatal accidente que la dejó paralítica. Entre sabores, aromas y colores, la pintora y su nueva cocinera inician una amistad que marca profundamente el destino de ambas. Muchos años después en Buenos Aires, donde Nayeli se asentó y formó una familia tras la muerte de Frida, la nieta de la cocinera descubre un secreto que puede cambiarle la vida: la existencia de un misterioso cuadro donde su abuela es la protagonista, pero cuyo autor se desconoce.
Florencia Etcheves ha conseguido recrear el lado más humano de Frida Kahlo, al mismo tiempo que traza una poderosa novela donde las intrigas, los amores y las envidias tejen una entrañable historia de amistad y lealtad entre dos mujeres unidas por el destino.
Las emociones de un padre ante la iniciación verbal de su hijo impulsan este libro repleto de hallazgos. Sus páginas exploran el enigma de los aprendizajes esenciales que jamás recordaremos: empezar a caminar, hablar, formar la identidad y organizar nuestra memoria. Construyendo un luminoso relato lírico, su voz rinde tributo a la primera infancia y a la lengua misma, fruto de un raro equilibrio entre enamoramiento y reflexión.
En el cajón de un escritorio de su casa de Roma la autora halla pertenencias de los antiguos dueños: sellos, un diccionario, la foto de tres mujeres y un cuaderno con el nombre de «Nerina». Como una poeta clásica o medieval o una artista del Renacimiento, la mujer sin apellido escapa a la historia y la geografía. Apátrida, políglota, culta, escribe versos sobre sus días en Roma, Londres, Calcuta y Boston, sobre el mar, su familia o las palabras. En estos poemas cotidianos Jhumpa Lahiri vislumbra una identidad. La escritora se convierte en lectora e incluso invoca la intervención de una misteriosa erudita para ordenar ese ovillo de estrofas y vidas que no son las suyas, pero que podrían ser las nuestras.
La novela finalista del Booker y ganadora del Premio a la Mejor Novela Inédita del Ministerio de las Culturas de Chile, por la autora galardonada con los premios Anna Seghers, British Academy y PEN/Heim Translation Fund, y finalista del National Book Critics Circle Award 2022, traducida en 17 países.
«Una de las voces más contundentes de la literatura chilena actual» (Babelia).