La vida de Penélope no ha sido fácil, pero justo cuando la promesa de un futuro mejor se le presenta como un puesto de directora de un centro de ayuda para pandillas en Los Ángeles, una serie de atentados atribuidos a la comunidad hispana la ponen en riesgo de muerte. En su vertiginoso intento por escapar de un complot que involucra a las más altas esferas de la política estadounidense, Penélope tendrá que confiar en dos oscuros personajes: Luca, un misterioso agente del gobierno, y Saúl, el líder de una pandilla acusada de terrorismo. Tras la ola de violencia que se ha extendido por todo el país, la única posibilidad de sobrevivir es exponer la verdad, pero la poderosa sombra del polémico y racista expresidente de Estados Unidos hará su misión todavía más peligrosa.
Siguiendo el camino abierto por Ojalá, esta flamante propuesta de Defreds sorprende como contrapartida y continuación de Siempre, su anterior título, un nuevo volumen en el que destacarán también las preciosas creaciones de Lady Desidia que ilustran los textos. En este caso, el libro está organizado siguiendo los signos del Zodíaco, que marcan la impronta de una personalidad, con sus características distintivas, como un personaje con sus cualidades y defectos, que se enfrenta a los hechos y las experiencias de cada día que nos afectan a todos por igual. Una fábula actual bajo la tutela del cielo que reparte personalidad y temperamento, filias, fobias diferentes, para enfrentarnos a la pelea cotidiana.
Un soberbio retrato del poder del arte, el amor y la rebeldía contra el destino impuesto.
Valladolid, 1620. Martin de Castro es un pintor de santos cuya esposa murió al dar a luz a su querida hija, Juana. La niña demuestra desde bien pequeña un talento auténtico por la pintura. Siendo ya una adolescente, ocurren dos sucesos que cambiarán su hasta entonces plácida vida: Martín es seducido por una intrigante mujer que acaba convirtiéndose en su madrastra y ella, a su vez, comienza una intensa relación con Francisco Peña, el mejor aprendiz de su padre.
Así se inicia esta intensa, barroca y fascinante novela en la que su autor ha derrochado talento narrativo para recrear la vida de una mujer que tiene que desempeñar su arte en la clandestinidad, negándose así a aceptar un destino impuesto por otros. Una vida cargada de rebeldía y plena en experiencias que trae al presente el fascinante siglo XVII.
Desde la Venecia de los dogos a la Roma de los papas, pasando por el Madrid de los Austrias y la severa Valladolid, Juana conocerá de primera mano el ambiente artístico de su época y a personajes históricos como el mismísimo Diego Velázquez o Felipe IV.
Después de que Charles Baskerville aparece muerto en circunstancias extrañas, Holmes y Watson se trasladan a los páramos de Dartmoor (Inglaterra) para ayudar a la familia Baskerville, víctima de una antigua y terrible maldición. Un perro diabólico parece acechar en los alrededores, amenazando la vida del nuevo heredero, y los detectives se verán envueltos en un laberinto de oscuras venganzas. Holmes tratará de que las supersticiones no enturbien su juicio, pero ¿conseguirá desentrañar el misterio antes de que la bestia ataque de nuevo? «No es cuestión de lo que sabemos, sino de lo que podemos demostrar».
¿Cuánto de nosotros se borra con el paso del tiempo? ¿Cuánto se queda en los lugares amados? ¿Puede uno regresar a un sitio que nunca existió más allá de su mente? En Homo irrealis, André Aciman nos invita a acompañarlo al territorio de sus recuerdos en un viaje por lugares queridos como Alejandría, Roma, París, San Petersburgo o Nueva York, habitados por las presencias fantasmales de artistas y escritores admirados. Dela mano de Proust, Freud, Cavafis, Pessoa, Rohmer, Sebald y muchos más, el autor explora el tiempo irrealis: el del hombre que podría haber sido y no fue, todo lo que podría haber pasado y no pasó, pero que aún podría pasar y está en un limbo entre la fantasía y la realidad. Unas memorias en forma de ensayos en las que el autor de Lejos de Egipto y de Llámame por tu nombre se enfrenta al pasado y al presente, al anhelo y al deseo, en un intento de comprender la veta nostálgica que se cierne sobre su persona y sobre casi toda su obra.