Félix F. Yusúpov nació en una de las más antiguas y poderosas familias de la aristocracia rusa. La muerte de su hermano mayor Nikolái en un duelo lo convirtió en heredero de una inmensa fortuna. En estas Memorias de antes del exilio, escritas en francés y publicadas en 1952, la recreación de una vida de fastos y lujos casi increíbles se alterna con observaciones sagaces sobre la avaricia; la fe en presagios y apariciones, con el horror al falso misticismo; la complacencia en el poder, con momentos de duda y crisis. Yusúpov fue el instigador y responsable principal del asesinato de Rasputin, que para él debía abrir una nueva era de regeneración en Rusia. Lo que siguió, sin embargo, fue la Revolución soviética, que lo desposeyó de sus riquezas y lo lanzó al exilio.
Brooklyn Wainwright, experta en libros raros y antigüedades, participa en unas jornadas sobre encuadernación organizadas por el Bay Area Book Arts de San Francisco, en las que se subasta, entre otros, la primera edición de Oliver Twist, de Charles Dickens.
A los pocos días del inicio del evento, la directora, Layla Fontaine, aparece muerta por una herida de bala y Brooklyn decide investigar el crimen. Aunque el asesino intentará que ella pase página, las mentiras son como hojas sueltas... imposibles de encuadernar con la verdad.
¡Contiene un glosario de encuadernación!
Mileva Einstein no sólo fue el primer amor, la esposa y la madre de los hijos de Albert Einstein, sino también una de las primeras mujeres europeas en estudiar física. Como científica colaboró en los descubrimientos de su marido principalmente en el campo de las matemáticas, donde sus conocimientos superaban a los de él. Con esta novela basada en hechos reales, Slavenka Drakulic´ traza el sobrecogedor retrato de una mujer que luchó contra sus carencias físicas, que nunca se rindió, pero que no pudo tener una carrera brillante como matemática, aunque sin duda era un talento excepcional. Mileva Einstein, que llegó a Suiza para estudiar ciencias desde el campo, que tenía apoyo entre los científicos, renunció a su carrera por su famoso marido y, más tarde, por sus hijos. La novela sobre Mileva Einstein es una novela de dolor, de cómo afrontar las desgracias de la vida, cómo vivir y sobrevivir, cómo ser mujer y no perder la cordura. Mileva Einstein: Una teoría de la tristeza es una novela en la que la autora sumerge brillantemente al lector en la vida de la protagonista, para identificarnos con sus problemas, sus luchas, sus penas y alegrías.
«Me había jurado no volver a comer tierra y ahora me quema la lengua y me ruge el estómago reclamándola. La tierra está llena de secretos pero no para mí».
Cometierra ha elegido dos cosas: un barrio nuevo y no volver a usar su poder adivinatorio nunca más. Rodeada de desconocidos, va saliendo poco a poco de su encierro y aprende a manejarse en su nuevo entorno, al tiempo que aguarda el nacimiento de su sobrino, hijo de su hermano Walter y de la novia de este, Miseria. Es precisamente esta última quien, al ver en el don de Cometierra un lucrativo potencial económico, la anima a recuperar las visiones que le permitían encontrar a gente desaparecida. Para ello, tendrá que resolver casos recientes y antiguos, desvelar secretos de su historia familiar y poner su vida en las manos de una bruja más poderosa que ella.
«Una novela redonda en la que Reyes vuelve a ofrecernos una prosa visceral y poética, unas imágenes bellas y desgarradoras, una literatura comprometida con la comunidad».
Este es probablemente el libro más famoso de Stefan Zweig. En él lleva a su cima el arte de la miniatura histórica y literaria. Muy variados son los acontecimientos que reúne bajo el título de Momentos estelares: el ocaso del imperio de Oriente y la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453; el nacimiento de El Mesías de Hán-del en 17 41; la derrota de Napoleón en 1815; el indulto de Dostoievski, momentos antes de su ejecución, en 1849; el viaje de Lenin hacia Rusia en 1917... «Cada uno de estos momentos estelares—escribe Zweig—marca un rumbo durante décadas y siglos». Como lectores descubrimos, de este modo, mínimos, inesperados puntos de inflexión de la historia, a los que asistimos con la fascinación que la escritura de Stefan Zweig siempre nos produce.