La protagonista de esta historia tenía apenas veintiún años cuando le detectaron un tumor en la carótida izquierda que cambió su vida para siempre. Al diagnóstico le siguieron muchas pruebas, un baipás, una delicada operación para extirparle el tumor y otra demoledora noticia al despertar: tenía disfagia -un trastorno poco conocido que impide tragar.
A partir de entonces, Núria tuvo que (re)aprenderlo casi todo: a beber agua, a convivir con la enfermedad, a compartir su historia con miles de personas a través de una pantalla y a sacar fuerzas de donde no las hay.
Este libro es una lección sobre cómo convertir la debilidad en fortaleza y la angustia en esperanza. Es una invitación a ser más empáticos y a buscar el lado positivo de las adversidades incluso cuando la vida se hace muy cuesta arriba.
Cata y Leo vienen de mundos muy distintos. Ella es una de las escritoras de novela romántica más famosas del momento, con todo lo que eso supone. Él, en cambio, lleva una vida mucho más tranquila como dueño de una pequeña y desconocida librería. Aun así, ambos comparten la misma pasión: el amor por los libros.
Sin embargo, para Cata no está siendo fácil escribir su nueva novela. Se pasa los días delante de una hoja en blanco, totalmente bloqueada. Así que cuando recibe una invitación para asistir a un festival de escritores en la ciudad de sus sueños, lo interpreta como una señal. ¿Será ahí donde encuentre por fin la inspiración? ¿Qué ocurrirá cuando un malentendido cruce su camino con el de Leo?
«Una exploración desgarradora y cruda del valor necesario para encontrar tu lugar en el mundo».
Dublín, 7 de octubre del 2019. Un día, una ciudad, dos mujeres: Ruth y Pen. No se conocen, pero ambas se hacen las mismas preguntas: ¿Cómo habitar el mundo en completa sintonía con los demás y, a la vez, con uno mismo? ¿Cómo encajar y hacernos un hueco cuando el destino pretende excluirnos?
El matrimonio de Ruth con Aidan pende de un hilo, y hoy ella debe tomar una decisión: quedarse o partir para siempre, arriesgarse y tender puentes o cortar por lo sano. Para Pen, una adolescente de diecisiete años, hoy es el día en que las palabras fluirán, le contará su verdad a Alice y le preguntará lo que tan desesperadamente desea saber.
Joy tiene 34 años, 20 en el cuerpo y 100 en la cabeza. Trabaja en una agencia de publicidad que conecta a influencers con grandes marcas. Es un mundo centrado en la imagen y el lujo en el que se espera de ella que sea brillante pero Joy siente que no tiene ningún talento, que no está a la altura, y para compensar ese sentimiento que la acompleja se pone mucha presión. Ha perdido la alegría de vivir. Ella, que de niña era una explosión de felicidad y que su padre había bautizado como «su palomita», se encuentra al borde de la implosión y ha desarrollado un síndrome digital que le proporciona la falsa ilusión de tenerlo todo bajo control. Cuando su jefe le encarga la delicada tarea de organizar un evento especial para celebrar el décimo aniversario de la agencia, Joy busca la colaboración de Benjamin y su equipo y ese encuentro providencial pondrá patas arriba su vida. Poco a poco recuperará la seguridad en sí misma y la melancolía se alejará. Pero atención, porque cuando una palomita explota, hace ruido, mucho ruido...
Cuatro amigos
Última noche del año. Los adolescentes Liv, Martina, Max y Anton son mejores amigos desde hace años. Los cuatro están ansiosos por celebrar esta Nochevieja juntos, divirtiéndose, bebiendo y coqueteando, mientras espían a sus padres en la casa vecina.
Cuatro secretos
Pero ya no son niños: hay que arriesgar y trasgredir las reglas. Y empiezan a jugar. Primero al Monopoly; después a Verdad o Reto. La fiesta sube de tono y las apuestas son cada vez más altas. Aparentemente lo tienen todo, pero tras la fachada perfecta hay secretos que nunca han compartido. Cada uno de ellos esconde algo que el juego inocente sacará a la luz y revelará una verdad impactante.
Una noche sin fin
Nada volverá a ser lo mismo.
Y no todos llegarán a las campanadas de medianoche…
Una novela adictiva, desafiante y ardiente sobre el deseo y las relaciones de poder
Natalia es una mujer ansiosa, que vive dominada por sus pulsiones y parece condenada a portarse mal. El día en que su amante la deja, se encuentra perdida y atrapada en una vida matrimonial que no la satisface. Lejos de conformarse, Nat comienza a dar rienda suelta a su lujuria y sus instintos más bajos. Su irreprimible deseo sexual y una obsesión creciente por sentirse joven y atractiva acabarán por controlar su vida, pero también le servirán de inspiración para Ansia, la novela que está escribiendo.
Esta novela es un puzle de momentos y emociones. Una historia que nos habla de las relaciones o, lo que es más importante, del amor.
El amor… Suena interesante, pero ¿de qué va?
Ana Luisa Borés (sí, ella también odia su nombre) tiene treinta y cuatro años y se siente un poco atascada en su vida. Trabaja como camarera en Malasaña, vive con Guille, con el que lleva siete años, y...
Venga, al grano, ¿qué va a pasar?
Pues que Ana se besa con un tío en una fiesta y ahí se lía todo.
Vaya..., ¿y ese es el detonante? Pues parece una tontería.
Sí, el detonante es algo tan simple como un beso. Ana se deja llevar, y ese sencillo beso se convierte en una mochila de piedras cada vez más pesada que le hará replantearse su vida, su compromiso, su relación...
Entonces lo del beso es la excusa…
Claro, es una excusa para hablar de los sentimientos, de la infidelidad y de cómo lo que piensan los demás puede alejarnos de nosotros mismos y de nuestros verdaderos deseos.
Lola ha aprendido desde muy pequeña a ser fuerte e independiente.
Trabajar como subinspectora en la comisaría donde su padre es el jefe ha reforzado esos rasgos de su carácter.
Ella solo quiere a los hombres para una cosa, y así le va muy bien, hasta que lo conoce a él.
Cuando Nacho se incorpora a su nuevo destino laboral, lo último que espera es encontrase allí a Lola, la mujer con la que se había acostado la noche anterior.
Además, aún no saben que les tocará colaborar en un complicado caso, con mafia rusa incluida.