Alicia en el país de las maravillas traspasa el umbral que separa la realidad del sueño y se adentra en un territorio sin leyes ni normas donde todo es posible. Triunfo de la imaginación y del ingenio, esta narración recrea un mundo de escenarios y criaturas insólitos, y pone en entredicho todos y cada uno de los postulados lógicos del mundo convencional.
Este volumen presenta, junto a la traducción magistral de Luis Maristany y las láminas clásicas de John Tenniel, una nueva edición de Las aventuras subterráneas de Alicia, la obra seminal que el reverendo Dodgson -Lewis Carroll era su seudónimo- escribió e ilustró a mano para Alice Liddell en 1864. Cierra el tomo Alicia para los pequeños, la adaptación infantil que el propio autor hizo de su propia obra en 1890.
«Prométeme que no dejarás que te pisen o te humillen, que siempre pelearás por tu libertad».
El anciano David Davis dirige, con mano de hierro, el mayor grupo de comunicación de nuestro tiempo con televisiones, periódicos, productoras cinematográficas y otros medios, capaces de influir en el voto en los Estados Unidos. Davis sospecha de la existencia de un plan para arrebatarle el poder y no está dispuesto a cederlo.
Jaime, un alto ejecutivo del grupo, siente que ha traicionado los ideales de su juventud a cambio de una aburrida seguridad. Pero todo cambia cuando conoce a Karen, una compañera de trabajo por la que sufre una irresistible atracción y que le introduce en un Grupo filosófico-religioso que cree en reencarnaciones.
En una trepidante sucesión de acontecimientos donde pasado y presente se confunden, Jaime se ve arrastrado a una aventura en la que poder, seducción, amor y muerte se entrecruzan en una conjura en la que el control sectario del Grupo parece ser el último fin.
«Déjenlo todo, nuevamente. Láncense a los caminos.» (Del manifiesto infrarrealista)
A la intemperie compila todas las columnas, los artículos y las reseñas publicadas por Roberto Bolaño en medios españoles e hispanoamericanos desde la década de los setenta y hasta su muerte en 2003. Asimismo, se recogen en el libro los prólogos escritos para obras de otros autores, las conferencias y los discursos pronunciados, y el sugerente manifiesto infrarrealista formulado en la etapa creativa de México.
El humor, la literatura y la cultura, las reflexiones que atraviesan sus obras narrativas, sus lecturas, su visión del mundo -en ocasiones polémica, siempre desinhibida- y numerosas anécdotas conviven en este volumen que da a conocer otra faceta del autor: más teórica, sí, pero tan profundamente autobiográfica como la que atraviesa sus obras más conocidas. Una muestra del genio creador que convirtió a Bolaño en uno de los escritores contemporáneos más importantes.
«A la intemperie nos permite esa mezcla de curiosidad y espionaje que los millenials llaman estalqueo: la ocasión de escudriñar cuanto Bolaño pensaba -o acaso no pensaba, pero sí escribía- sobre sus caballitos debatalla, sus próceres y enemigos literarios, con una mirada hacia su extravagante mundo interior.»
Del prólogo de Jorge Volpi
«Escribiendo poesía en el país de los imbéciles. / Escribiendo con mi hijo en las rodillas. / Escribiendo hasta que cae la noche / con un estruendo de los mil demonios. / Los demonios que han de llevarme al infierno, / pero escribiendo.»
Roberto Bolaño se sintió siempre, en esencia, un poeta, pese a que el reconocimiento mundial le llegó por su narrativa. Este volumen recoge, además de los publicados en La Universidad Desconocida, Los perros románticos y Tres, más de sesenta poemas que aparecieron en revistas, plaquettes y volúmenes colectivos en sus comienzos literarios y que desde entonces han permanecido inencontrables.
En su poesía, ahonda en los temas fundamentales de su literatura: el amor, la muerte, el exilio, la literatura o la política. La economía expresiva, la audacia formal y temática, el vanguardismo, la provocación y la tensión poética convierten a Bolaño en uno de los exponentes más singulares y modernos de la poesía contemporánea en español.
«Vio en la poesía una forma de rebeldía y una intriga existencial que engrandecía la vida. Es curioso, porque sin esa apelación a la poesía no se puede entender el conjunto de su obra. Hay poesía escondida en sus novelas y hay novelas interrumpidas en su poesía. Porque todo son palabras. Bolaño buscó aquellas que más dolían o más decían, o más escondían, o más cercanas estaban de lo que el propio Bolaño vivió.»
Del prólogo de Manuel Vilas