Una de las obras más complejas y profundas de Dostoievski se adentra en los entresijos de la mente del revolucionario, terrorista y nihilista.«Aquel que vencerá al sufrimiento y al terror, y él mismo será Dios. Entonces ya no existirá el otro Dios.»Los demonios se inspira en el asesinato de un estudiante en manos de sus compañeros revolucionarios en 1869, y se concibió como una profunda crítica a los movimientos que estaban emergiendo en aquel momento. El resultado es una de las novelas más controvertidas, complejas y oscuras de Dostoievski desde que escribió Los hermanos Karamázov. Pyotr Verkhovensky y Nikolái Stavrogin son los líderes de una célula revolucionaria cuyo objetivo es derrocar el zar, destruir la sociedad y hacerse con el poder, pero cuando el grupo es descubierto e interviene la justicia, se pone a prueba nuestra propia fe en la humanidad. Esta edición incluye una magnífica introducción de Marta Rebón, traductora, crítica literaria y reconocida experta en literatura rusa. Asimismo, presenta la traducción de Carlos Arce, quien fue un prestigioso periodista, novelista, ensayista, traductor y editor español.
Los miserables se publicó en 1862, cuando Victor Hugo se hallaba exiliado en Belgica tras la restauración napoleónica del Imperio. Y podría considerarse que es el exilio, la obligada falta de pertenencia, uno de los motores de la gran novela del romanticismo frances: el exilio social y psicológico gobierna la vida de Jean Valjean, un "noble bruto", un buen hombre que lucha por los que, como el, son injustamente perseguidos. Situada entre las guerras napoleónicas y la revolución burguesa de 1848, Los miserables es, ante todo, una novela epica sobre el triunfo de quienes conservan intacta su conciencia en un mundo gobernado por la pobreza.
Segundo volumen de la poderosa trilogía Anales de la Costa Occidental.
Ansul fue una vez una pacífica ciudad llena de bibliotecas, escuelas y templos. Pero eso fue hace mucho, antes de la llegada de los aldos. Los aldos creen que los demonios se esconden en las palabras, y por eso prohibieron la lectura y la escritura, actividades que ahora se castigan con la muerte. Los pocos libros que sobrevivieron permanecen escondidos y al cuidado del Maestre, maltrecho tras años de torturas, y de la joven Memer, a la que quiere como a una hija.
Pero la situación está a punto de cambiar. Orrec Caspro, el poeta de las Tierras Altas, y su esposa Gry han llegado, y su voz, fuerte y clara, será una llamada que despertará al pueblo conquistado. Una cautivadora y apasionante historia de iniciación en la que, de nuevo, la violencia y la intolerancia se combaten con la magia y la ternura.
Los Caballeros Radiantes deben volver a alzarse.
Los antiguos juramentos por fin se han pronunciado. Los hombres buscan lo que se perdió. Temo que la búsqueda los destruya.
Es la naturaleza de la magia. Un alma rota tiene grietas donde puede colarse algo más. Las potencias, los poderes de la creación misma, pueden abrazar un alma rota, pero también pueden ampliar sus fisuras.
El Corredor del Viento está perdido en una tierra quebrada, en equilibro entre la venganza y el honor. La Tejedora de Luz, lentamente consumida por su pasado, busca la mentira en la que debe convertirse. El Forjador de Vínculos, nacido en la sangre y la muerte, se esfuerza ahora por reconstruir lo que fue destruido. La Exploradora, a caballo entre los destinos de dos pueblos, se ve obligada a elegir entre una muerte lenta y una terrible traición a todo en lo que cree.
Ya es hora de despertarlos, pues acecha la eterna tormenta.
Y el asesino ha llegado.
Segunda parte de Yo, Julia, la saga que nos descubre uno de los personajes más fascinantes de la antigua Roma.
Mantenerse en lo alto es mucho más difícil que llegar. Julia está en la cúspide de su poder, pero la traición y la división familiar amenazan con echarlo todo a perder. Para colmo de males, el médico Galeno diagnostica que la emperatriz padece lo que él, en griego, llama karkinos, y que los romanos, en latín, denominan cancer. El enfrentamiento brutal entre sus dos hijos aboca la dinastía de Julia al colapso. En medio del dolor físico y moral que padece la augusta, cualquiera se habría rendido. Se acumulan tantos desastres que Julia siente que es como si luchara contra los dioses de Roma. Pero, en medio del caos, una historia de amor más fuerte que la muerte, una pasión capaz de superar pruebas imposibles emerge al rescate de Julia. Nada está perdido.
Un huaco retrato es una pieza de cerámica prehispánica que buscaba representar los rostros indígenas con la mayor precisión posible. Se dice que capturaba el alma de las personas, un registro que ha sobrevivido oculto en el espejo roto de los siglos.
Estamos en 1878, y el explorador judío-austriaco Charles Wiener se prepara para ser reconocido por la comunidad académica en la Exposición Universal de París, una gran feria de "progresos tecnológicos" que cuenta entre sus atracciones con un zoo humano, culmen del racismo científico y del proyecto imperialista europeo. Wiener ha estado cerca de descubrir Machu Picchu, ha escrito un libro sobre el Perú, se ha llevado cerca de cuatro mil huacos y también un niño.
Ciento cincuenta años después, la protagonista de esta historia recorre el museo que acoge la colección Wiener para reconocerse en los rostros de los huacos que su tatarabuelo expolió. Sin más equipaje que la pérdida ni otro mapa que sus heridas abiertas, las íntimas y las históricas, persigue las huellas del patriarca familiar y las de la bastardía de su propia estirpe -que es la de muchos-, la búsqueda identitaria de nuestro tiempo: un archipiélago de abandonos, celos, culpas, racismo, vestigios fantasmales ocultos en las familias y la de construcción de un deseo tercamente anclado en un pensamiento colonial. Hay temblor y resistencia en estas páginas escritas con el aliento de quien recoge los pedazos de algo que se rompió hace tiempo, esperando que todo vuelva a encajar.