Edición especial del clásico distópico más vigente de nuestro tiempo
En el mundo de 1984, los autócratas sin escrúpulos se aferran al poder por el poder mismo, la historia se inventa a diario y las masas perviven en la ignorancia de los hechos más elementales. No solo se falta sistemáticamente a la verdad, sino que el lenguaje público se reduce a su mínima expresión, una avalancha de consignas breves e inanes, orientadas a fabricar consenso o crear enemigos.
¿Y si la clave para entender el presente fuera una novela escrita hace 70 años?
Llegado a la literatura justo en el momento en el que acababa el Simbolismo, y fallecido la víspera del advenimiento del Dadaísmo en París y del nacimiento del Surrealismo, Guillaume Apollinaire (18801918) desarrolló una obra situada en la encrucijada de las principales tendencias estéticas que atraviesan el siglo XX. En "Las tetas de Tiresias", subtitulada "Drama surrealista en dos actos y un prólogo", Teresa muda de sexo y se convierte en hombre para librarse de las imposiciones sociales que sufre como mujer, tras lo cual abandona a su marido y emprende una exitosa carrera militar en Zanzíbar. El marido, a su vez, se adapta a la situación y asume hiperbólicamente los roles asociados a las mujeres, llegando a tener en un único día 40050 hijos. Ingeniosa, irreverente y arriesgada, la obra de Apollinaire cuestiona y desafía la moral de su época.
«Nada traiciona, tanto tiempo después, la mujer que desde hace dos años vive sola junto al mar con un perro y unos libros. Qué otra cosa, decide, sería el impulso, o el deseo, de permanecer abrazada a ese hombre para siempre. Ignora qué habrá en su cabeza dentro de un par de horas, cuando la claridad del día la despeje del todo e ilumine con más crudeza su conciencia. Lo cierto es que en este momento, sin duda alguna, desearía morir si él muriera».
En los años 1942 y 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, buzos de combate italianos hundieron o dañaron catorce barcos aliados en Gibraltar y la bahía de Algeciras. En esta novela, inspirada en hechos reales, sólo algunos personajes y situaciones son imaginarios.
Un diario no se puede reescribir, porque hacerlo sería vestir lo que fue con recuerdos mentirosos. Lo que sí se puede es afilar las palabras con la herramienta de la experiencia y el aprendizaje del tiempo para ayudar a aquellos que fuimos a contar con certeza aquello que fue. Es lo que hace en esta revisión de su primer libro Rayden con las cuatro estaciones que lo componen: afinarlas como quien afina un piano y componer la última estrofa de una canción que empezó a sonar ocho años atrás.
La cultura checa de los años sesenta del pasado siglo gozó de una sorprendente vitalidad: la literatura, el teatro y el cine mostraban una originalidad y diversidad excepcionales, en vivo contraste con la acelerada descomposición de las estructuras políticas y los embates de una ferrea censura. Esta obra contiene dos textos del gran intelectual checo: su discurso ante el Congreso de Escritores de 1967, en el que abogó valientemente por la autonomía de la cultura y la libertad de los creadores, y Un Occidente secuestrado (1983), un extenso artículo que en su momento suscitó un vivo debate político en las principales publicaciones culturales europeas.
«Tuve la suerte de no ser deportado a Auschwitz hasta 1944, después de que el gobierno alemán hubiera decidido, a causa de la escasez creciente de mano de obra, prolongar la vida media de los prisioneros que iba a eliminar.» Así comienza Si esto es un hombre, crónica en lenguaje mesurado y sobrio de la espera de la nada, la privación cotidiana, el olvido de la condición humana de los prisioneros de los campos de exterminio nazis.
Completan la Trilogía de Auschwitz dos obras posteriores: La tregua (1963), relato picaresco de las tribulaciones de un grupo de italianos, liberados de los campos nazis, que recorren durante meses los caminos de Europa central en compañía del Ejército Rojo, y Los hundidos y los salvados (1986), un ensayo en el que Primo Levi trata de comprender las condiciones y circunstancias que permiten la degradación del ser humano.