Este libro no es un tratado, no es de culinaria y, más que para mujeres tristes, parece escrito para mujeres alegres, demasiado alegres. Héctor Abad, una de las principales voces de la literatura colombiana, aborda con un humor sutil la psicología femenina, y propone lo que él mismo llama "repentinos antídotos para la pertinaz melancolía". Recetas para seducir, consejos contra el mal de amores o la soltería, remedios contra la tristeza... "¿Quién te ha dicho que se prohíbe estar triste? No dejes que te receten alegría, como quien receta una temporada de antibióticos. Si dejas que te traten tu tristeza como una perversión, o en el mejor de los casos como una enfermedad, estás perdida: además de estar triste te sentirás culpable. Y no tienes la culpa de estar triste.
Hace diez años la Asociación de Academias de la Lengua Española pensó este Quijote para todos. Hoy se reedita -en edición limitada- para conmemorar los 400 años de la muerte de su autor. Los años 2015 y 2016 conforman un bienio de aniversarios cervantinos. A la celebración del IV Centenario de la publicación de la segunda parte de Don Quijote (2015), le sigue, en 2016, la conmemoración del IV Centenario de la muerte de su autor, Miguel de Cervantes. Como ocurrió hace más de una década, las Academias de la Lengua Española y la editorial Alfaguara se unen a esta celebración con la reedición de este clásico universal, que llevaba siete años fuera de las librerías. Esta edición reproduce el texto crítico y las notas de Francisco Rico, a su vez coordinador del volumen, y se completa con estudios de escritores y filólogos de la talla de Mario Vargas Llosa, Francisco Ayala, Martín de Riquer, José Manuel Blecua, Guillermo Rojo, José Antonio Pascual, Margit Frenk y Claudio Guillén.Como novedad, la presente edición cuenta con un prólogo de Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, escrito especialmente para la ocasión. La crítica ha dicho... «Lo considero un libro para el siglo XXI.» Mario Vargas Llosa «Uno de los grandes acontecimientos literarios del año.» ABC «El volumen tiene una sobria y elegante presentación y una cuidadísima realización.» José Andrés Rojo, El País
Todos somos nuestro futuro fantasma. Lo llevamos adentro como germen de lo que seremos. Ésta es la novela de lo que fueron en su tiempo, y son mientras leemos, seis amigos desorbitados, habitantes de una casa de huéspedes frente a un parque de jacarandas en una Ciudad de México minuciosamente evocada aquí, en los años sesenta del siglo pasado. Los jóvenes de aquella casa viven su presente a la intemperie. No son héroes más que de la brevedad de sus años. Su modesta epopeya consiste en el ejercicio de una salvaje fraternidad. Los envuelven el azar de la urbe naciente, la noche buscada y la antesala del amor eterno, que es el sexo fugaz. Fantasmas en el balcón es una novela sobre la nostalgia del tiempo que se nos va de las manos y nos lleva con él. Es una historia de fantasmas, como debe ser acaso la historia de toda alegría.
El viaje a las Cataratas del Iguazú de Federico Benítez y sus hijos ya está arreglado, pero una llamada altera los planes en el último momento: una deuda de gratitud, vieja e impostergable, lo obliga a cambiar de rumbo y encaminarse, con esos dos disgustados adolescentes a la rastra, hacia la lejana Patagonia. En cuatro días de viaje, este hombre ensimismado y torpe les contará a los jóvenes una historia oculta que es la suya, la suya y la de su desangelada adolescencia, la suya y la del Primer Torneo Interdivisional de Fútbol del Colegio Nacional Normal Superior Arturo Del Manso, jugado en 1983.
Y ese torneo de fútbol, con sus arbitrariedades, con sus trampas, con sus mezquindades, pero también con sus grandezas, con sus luces y con sus sombras, será para este muchacho de quince años un laboratorio de la vida del que saldrá transformado.
Bajo la forma de un relato de viaje, de una novela de iniciación, Eduardo Sacheri nos atrapa en una historia emocionante sobre los vínculos humanos y nos muestra cómo en el inmenso friso del poder puede recortarse de pronto una figura generosa capaz de cambiar el curso de una vida.
«En ese sofá quedó tendido, desconcertado y exánime uno de los hombres que no fui».
Un remate de antigüedades en una vivienda donde el narrador residió hace veinte años le da pie a encontrarse de nuevo con las personas cruciales de su vida. A través de lo que pasó y lo que pudo pasar, el narrador de Los hombres que no fui se enfrenta a su memoria, a sus decisiones y a las derivas que ha ido tomando su vida, dando paso al retrato de «un mundo de formas bellas, tiránicas e infructuosas, de reglas inculcadas que podían llegar a ser mortales». Con una mirada esclarecedora, conjugando melancolía y liberación, Pablo Simonetti escribe sobre las vidas posibles que vamos abandonando con cada una de nuestras decisiones, sobre la pertenencia y la exclusión, con el trasfondo de un Santiago de Chile en llamas que le permitirá al protagonista dejar el pasado definitivamente atrás.
Un grupo de niños encuentran un cadáver flotando en las aguas turbias de un canal de riego cercano a la ranchería La Matosa. El cuerpo resulta ser de la Bruja, una mujer que heredó dicho oficio de su madre fallecida, y a quienes los pobladores de esa zona rural respetaban y temían.
Tras el macabro hallazgo, las sospechas y habladurías recaerán sobre un grupo de muchachos del pueblo, a quienes días antes una vecina vio mientras huían de casa de la hechicera, cargando lo que parecía ser un cuerpo inerte.
A partir de ahí, los personajes involucrados en el crimen nos contarán su historia mientras los lectores nos sumergimos en la vida de este lugar acosado por la miseria y el abandono, y donde convergen la violencia del erotismo más oscuro y las sórdidas relaciones de poder.
Con un ritmo y un lenguaje magistrales, Fernanda Melchor explora en esta obra las sinrazones que subyacen a losactos más desesperados de barbarie pasional.
Lamida por mansas olas nocturnas en una playa del Pacífico, la cabeza cortada de Josué Nadal cuenta, recuerda, divaga. Sabe que es la número mil en lo que va de año y que gobierna la delincuencia (traficante o corporativa) con tal cinismo que incluso se celebra el mal como si fuera el bien de la voluntad y la fortuna. En México no hay tragedia: todo se vuelve telenovela.
Josué aspiró a entender el mundo en tanto Jericó, su amigo entrañable, llegó a admirar a Caín. Ambas voluntades chocan tras recabar agravantes en la premeditación y alevosía de Asunta Jordán, mujer indómita. En cambio, Lucha Zapata representa el peligro de la generosidad y el amor. El vasto reparto de esta obra incluye Filopáter, el cura rebelde; el magnate Max Monroy; el abogado Antonio Sanginés, intermediario entre estado y empresa; Miguel Aparecido, encarcelado por propia voluntad, y por encima (o por debajo) la matriarca, la Antigua Concepción.
¿Por qué si hay cinco tigres en una jaula cuatro se alían para matar a uno? Esta novela iniciática, espesa como el corazón de las tinieblas, propone algunas respuestas.