En Ciudad de cristal, un escritor de novela policíaca se convierte por azar en protagonista de una investigación real y se ve actuando como un detective por las calles de la ciudad de los rascacielos mientras se cuestiona quién es en realidad. En Fantasmas, Azul es contratado por Blanco para seguir a Negro a todas horas, lo que le lleva a perderse en un laberinto de preguntas en el que no está claro quién persigue a quién. En La habitación cerrada, el personaje principal recibe el encargo de buscar a un amigo de la infancia desaparecido que ha dejado una maleta llena de manuscritos inéditos que deseaba que fueran publicados.
Se dice que cuando John F. Kennedy hizo su famosa declaración en la radio, («no preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino más bien qué puedes hacer tú por el país»), Patricia Highsmith se levantó, fue a la cocina y dio de comer a los gatos. Estos animales, que desde siempre han fascinado a hombres y mujeres de letras —la lista es inagotable, pero baste nombrar a Baudelaire, Poe, Colette, Borges, Huxley, Cortázar, Hemingway y Doris Lessing—, fueron fi eles compañeros de Highsmith a lo largo de su vida. Llegó a tener seis, que dormían en su cama, se sentaban en su escritorio y fueron objeto de su obra literaria y artística de manera sostenida.
Mizoguchi es un joven poco agraciado, lo que lo ha convertido en un ser solitario, taciturno y acomplejado: el mal y lo trágico invaden sus pensamientos. Su única fascinación es el Pabellón de Oro de Kioto, del que su padre, monje budista, le ha hablado como la encarnación de la suprema belleza. Tras su muerte, Mizoguchi entra como novicio en dicho templo. Se pasa el tiempo admirándolo: es su único objeto de deseo, su obsesión. Pero cuando despierta en él la sensualidad, esta belleza suprema se va a interponer en sus relaciones amorosas y le va a impedir tener otras admiraciones o afectos, convirtiéndose en un obstáculo para la vida de verdad. En El Pabellón de Oro Yukio Mishima regresa a algunos de sus preocupaciones recurrentes: la pugna entre la belleza y su destrucción, entre la vida y la muerte, entre eros y tánatos; entre el nihilismo y la aceptación de lo irremediable, reflejo del Japón, a su parecer, decadente y humillado tras la guerra.
Traducción de Carlos Rubio
Angela Merkel cuenta los días para embarcarse en un excitante crucero con su esposo Achim, su guardaespaldas, la novia de este y su inseparable perrito Putin. Se trata de un viaje temático en torno a la novela negra en el que conocidos escritores imparten diversas conferencias. Cuando la estrella del género, Florian Watzek, presente su libro en una performance que acabará muy mal, Merkel deberá poner en práctica todo lo aprendido para resolver este nuevo caso.
La excanciller vuelve a constatar que no hay entorno que se libre de las malas artes de los malhechores.
Antes de que Erling sufriera un ataque al corazón y cayera fulminado en la calle, ya había sufrido una serie de “casi” accidentes bastante sospechosos. Ahora, sola en su inmensa casa, Evy, su esposa durante cuarenta y cinco años, reflexiona: hay algo que no encaja con la muerte de su marido. Además, todo a su alrededor empieza a cambiar, de forma muy sutil… objetos que desaparecen de la casa, sus hijos aparecen sin avisar y claramente le ocultan cosas, la puerta del sótano, que siempre está cerrada, de repente está entreabierta… Cuando aparece después de muchos años un viejo amigo de la juventud de Erling con algo que contarle Evy empieza a tener miedo. ¿Puede ser que alguien deseara hacerle daño a Erling? ¿Y si ahora la persona que iba tras él, va tras ella?
Ava, con todos estos problemillas, no está en su mejor momento: normal. Además, desde hace poco y solo durante una hora al día, puede escuchar los pensamientos de la gente: no tan normal. Pero, oye… ¡Qué buena noticia! Así seguro que podrá conseguir todo lo que quiera… A no ser que su superpoder (¿¡superdesgracia!?) empiece a ocasionar más problemas que soluciones…
Florencia, 1940. Para Manuela, una adolescente instruida en la complacencia, conocer a Ava, enigmática e independiente, en un colegio para señoritas en la capital de la Toscana, supone traspasar las puertas de un universo que siempre ha visto privado: el de atreverse a ser ella misma lejos de los preceptos de su padre. Pero pronto, Manuela también descubrirá las sombras de Ava, quien plasma en pinturas escenas oscuras que asegura son visiones y que un buen día desaparecerá sin dejar rastro, como si ella y su obra jamás hubiesen existido.
San Sebastián, 1950. Tras su reciente orfandad y escapando de la tutela de su hermano, Manuela decide pasar el verano en su rincón favorito del norte buscando tranquilidad. Pero sus planes cambian cuando la invitan al mayor acto social de la temporada: la inauguración de la misteriosa Villa Allur y accidentalmente descubra, entre sus paredes, un extraño cuadro que conoce bien y que jamás pensó que volvería a ver. La última obra de Ava.
Sung Jinwoo es un cazador de rango E, considerado como el nivel más bajo dentro de la Asociación de cazadores, por lo que se le conoce como "El cazador más débil". Día tras día pone en peligro su vida y se embarca en misiones del rango más bajo para poder sufragar los gastos de su madre enferma; sin embargo, en una de esas misiones, lo que en un principio parecían raid de rango D termina por ser una mazmorra de un nivel inusitado y las cosas empiezan a torcerse ¿Lograrán Sung y sus compañeros salir con vida?