Hace ocho años y a ocho años luz de distancia, murió una estrella. Esta noche, una supernova de alta energía finalmente llegará a la Tierra. El cielo brillará cuando esa nueva estrella florezca y, dentro de un año, todos los adultos mayores de trece años estarán muertos. Sus cromosomas habrán quedado irreversiblemente dañados.
Así comienza la cuenta regresiva hacia un nuevo mundo sin adultos.
Los padres son ahora aprendices de sus hijos, e intentan transmitir el conocimiento que estos necesitarán para mantener el mundo en funcionamiento. Pero es posible que la última generación no quiera dar continuidad al legado de sus progenitores. Aunque imaginan un futuro mejor, tal vez no puedan escapar de los oscuros instintos de la humanidad.
El gran maestro Cixin Liu nos invita a interpretar esta novela como una fábula sobre el avance de las nuevas generaciones por un mundo incomprensible para sus mayores, y sobre el propio estado de la humanidad, que navega sola e infantilizada en el universo, sin un manual de usuario que la guíe.
El día en que cumple catorce años, Chen presencia cómo una esfera luminosa entra en su casa y calcina a sus padres. Con el propósito de encontrar algún sentido a esta extraña desgracia, decide dedicarse a descifrar el secreto del misterioso fenómeno a causa del cual quedó huérfano. La búsqueda de la esfera luminosa lo llevará lejos de casa, a perseguir tormentas en las cimas de montañas y a adentrarse en laboratorios subterráneos secretos para, poco a poco, ir descubriendo nuevos límites en la física de partículas.
Aunque la obsesión de Chen es la razón de que la suya sea una vida solitaria, esta no podrá protegerle de los intereses globales que hay detrás de sus descubrimientos. Así pues, tendrá que enfrentarse a un físico que no entiende de límites morales en lo que al conocimiento se refiere; una atractiva militar obsesionada con nuevas técnicas bélicas; a una nación entera, en suma, desesperada por hacer frente a una derrota militar inevitable...
Invocando nuevos mundos cosmológicos y filosóficos a partir de una minuciosa especulación científica, La esfera luminosa tiene todo aquello que hizo que los lectores de Cixin Liu disfrutaran tanto con El problema de los tres cuerpos.
Basada en hechos verídicos, esta apasionante novela cuestiona algunos de los tópicos más difundidos en torno a la vida del almirante, como su nacimiento en Génova, su condición de judío converso o el que llegó a América por casualidad.
En Santo Domingo, República Dominicana, los restos de Cristóbal Colón desaparecen misteriosamente de su tumba. Un extraño jeroglífico es la única pista dejada por los saqueadores…
El mismo anagrama aparece en la fachada de la catedral de Sevilla, y los restos que allí se conservaban también han sido robados…
Tres investigadores saben que no se trata de un simple expolio: el jeroglífico estampado en ambos mausoleos es la enigmática firma que usaba el almirante.
Esta será la clave para resolver el enigma, y llevará a un final inesperado que cambiará la visión de la humanidad sobre el hombre que unió dos mundos.
En enero de 1989, una niña de siete años fue raptada al norte de Tokio. Los padres nunca llegaron a saber la identidad del secuestrador. Tampoco volvieron a ver a su hija. Nombre en clave del caso: Seis Cuatro.
Más de una década después, el jefe de prensa de la policía se ve obligado a volver sobre el suceso, cuyo estigma no se ha diluido en el tiempo: el fracaso de la investigación sigue siendo motivo de escándalo. Pero el veterano Mikami no aspira ya a resolver el crimen, solo pretende tender una mano a la familia de la víctima y contribuir de algún modo a limpiar la reputación del cuerpo. Sin embargo, tras detectar una irregularidad en el expediente, Mikami acabará desvelando el móvil de un delito que encierra secretos inimaginables.
Una historia de amor para dos cuerpos.
El poemario Todas las noches que fuimos humo trata de una historia de amor que transcurre en una habitación de hotel en la Gran Vía madrileña en el espacio de una noche de verano.
Los dos protagonistas se citan para cenar al caer el sol y se despiden a primera hora de la mañana siguiente cuando amanece.
Esa noche ambos pasan por diferentes estados de ánimo, algunos compartidos y otros secretos, y se entregan a lo que sucede debajo de las sábanas: lo íntimo, lo privado, el deseo, la soledad, el miedo y la ternura.
Viena, 1938. Samuel Adler es un niño judío de seis años cuyo padre desaparece durante la Noche de los Cristales Rotos, en la que su familia lo pierde todo. Su madre, desesperada, le consigue una plaza en un tren que le llevará desde la Austria nazi hasta Inglaterra. Samuel emprende una nueva etapa con su fiel violín y con el peso de la soledad y la incertidumbre, que lo acompañarán siempre en su dilatada vida.
Arizona, 2019. Ocho décadas más tarde, Anita Díaz, de siete años, sube con su madre a bordo de otro tren para escapar de un inminente peligro en El Salvador y exiliarse en Estados Unidos. Su llegada coincide con una nueva e implacable política gubernamental que la separa de su madre en la frontera. Sola y asustada, lejos de todo lo que le es familiar, Anita se refugia en Azabahar, el mundo mágico que solo existe en su imaginación. Mientras tanto, Selena Durán, una joven trabajadora social, y Frank Angileri, un exitoso abogado, luchan por reunir a la niña con su madre y por ofrecerle un futuro mejor.
En El viento conoce mi nombre pasado y presente se entrelazan para relatar el drama del desarraigo y la redención de la solidaridad, la compasión y el amor. Una novela actual sobre los sacrificios que a veces los padres deben hacer por sus hijos, sobre la sorprendente capacidad de algunos niños para sobrevivir a la violencia sin dejar de soñar, y sobre la tenacidad de la esperanza, que puede brillar incluso en los momentos más oscuros.