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SALONES PARISINOS Y EL CASO LEMOINE

Marcel Proust escribe con una diferencia de cinco años, de tres si nos atenemos a la fecha del último "salón" publicado (1905) y el primer "pastiche" (1908), estos dos conjuntos de textos presididos por una idea absolutamente distinta. Si los Salones pertenecen al mundo en que se ha movido la primera juventud del autor y en el que ha nacido su primer libro, Los placeres y los días (1896), en El caso Lemoine se trata de una gimnasia del oficio de la escritura, de un ejercicio de análisis de estilos ajenos a traves de un caso de crónica de sucesos: la estafa de un tal Lemoine a la más alta compañía de diamantes del mundo. En los Salones encontramos un Proust alabancero, que reseña, bajo pseudónimo y en Le Figaro, actos sociales de ese mundo aristocrático con el que más tarde saldaría cuentas críticas en distintos volúmenes de A la busca del tiempo perdido, su obra capital (en 'La parte de Guermantes' y 'Sodoma y Gomorra' sobre todo, y tan acerbas como en el viscontiniano "Baile de las Cabezas" de 'El tiempo recobrado').
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EL NIDO

Junio de 1944. Hitler se retira junto con los principales dignatarios a su refugio escondido en los Alpes bávaros: el Nido. Drogado, atormentado por todo tipo de dolencias y por horribles pesadillas, ya es aunque parece no ser consciente de ello un líder en decadencia. Sin embargo, todavía alberga una inmensa capacidad de muerte y destrucción. Sus huéspedes, entre el terror y la adoración, se olvidan de sí mismos en una sórdida fiesta de excesos para tratar de posponer un poco más el descalabre que se abre en forma de agujero negro bajo sus pies presagiando el final del Tercer Reich.
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LA ULTIMA CARTA

Si estás leyendo esto ya sabes cómo va eso de la última carta. Lo conseguiste, yo no tuve la misma suerte. No te sientas culpable porque sé que si hubiera habido la mínima posibilidad de que me salvaras lo habrías hecho. Necesito una última cosa de ti: deja el ejército y ve a Telluride. Mi hermana pequeña está criando a sus gemnelos sola. Es demasiado independiente y no aceptará ayuda fácilmente, pero ha perdido a nuestra abuela, a nuestros padres y ahora a mi. Es demasiado para una sola persona. No es justo. Y además hay algo más que no sabes que está rompiendo a la familia, así que necesitará más ayuda que nunca. Si yo no estoy significa que no puedo estar por Ella, no puedo ayudarles, pero tú si que puedes, así que te ruego, como mi mejor amigo, que cuides de mi hermana, de mi familia. Por favor no dejes que lo afronte sola.
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EL LOCO DE DIOS EN EL FIN DEL MUNDO

Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo». Este es el arranque fulgurante de este libro único, que nadie había tenido la oportunidad de escribir, entre otras razones porque el Vaticano jamás le había abierto de par en par sus puertas a un escritor. Pero, además de único, este es un libro de plenitud, donde su autor logra convertir una propuesta insólita en un relato propio y magistral: un thriller sobre el mayor misterio de la historia de la Humanidad. Con esta novela sin ficción, Javier Cercas vuelve a su línea más personal, en la que logra enlazar sus obsesiones íntimas con una de las preocupaciones fundamentales de la sociedad actual: el papel en la vida humana de lo espiritual y lo transcendente, el lugar en ella de la religión y el ansia de inmortalidad.
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PECADOS 3. REY DE LA CODICIA

Poderoso. Brillante. Ambicioso. Dominic Davenport se convirtió en el rey de Wall Street a base de sangre, sudor y lágrimas. Lo tiene todo: una enorme casa, una hermosa esposa y más dinero que podría gastar en su vida. Pero no importa cuánto acumule, nunca es suficiente, y enfocado en siempre tener más, aleja a la única persona que siempre estuvo a su lado. Y cuando se va, Dominic se da cuenta de que hay cosas más importantes que riquezas y gloria... pero ya es tarde. La tuvo, la perdió y hará cualquier cosa por recuperarla. *** Amable. Inteligente. Reflexiva. Alessandra Davenport ha desempeñado el papel de esposa perfecta durante años. Acompañó a su marido mientras construía su imperio, pero ahora que han llegado a la cima, se da cuenta de que ya no es el hombre del que se enamoró. Cuando le queda claro que siempre estará en segundo lugar después de su trabajo, decide ponerse a sí misma en primer lugar, incluso si eso significa dejar al único hombre que ha amado.
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NIAGARA (TB)

Ariah Erskine se despierta el 12 de junio de 1950 entre mullidas almohadas, toallas bordadas y el suave arrullo de las cataratas del Niágara, donde se ubica su hotel. Es el primer día de lo que espera que sea una magnífica luna de miel con su marido. Pero al otro lado de la cama solo encuentra un lugar vacío. Tras unos días de afanosa búsqueda, la joven acepta que es ahora la viuda de un suicida y trata de rehacer su vida. Hallará consuelo en Dirk Burnaby, que se convertirá en su segundo marido, y se establecerá con él en una casa cerca de las cataratas. Con el nacimiento de sus tres hijos, el retrato de familia feliz parece estar al completo, pero las aguas del Niágara aún no se han calmado y, con el tiempo, volverán a reclamar a sus víctimas.
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ALGUIEN QUE CANTA EN LA HABITACION

Pauls coloca emoción a la inteligencia, narra y transforma en autobiografía una crítica literaria». Alberto Fuguet Novela familiar de un lector recalcitrante, Alguien que canta en la habitación de al lado convoca a maestros y pares, dioses y demonios, devociones y desconciertos. Alan Pauls descubre que muchas de las cosas que valió la pena escribir las escribió sobre otros, en estado de curiosidad, de fervor o de pasmo, para afinar con músicas ajenas. Es el Pauls de El factor Borges y Trance el que vuelve aquí con las herramientas pasionales de la crítica para ponerlas a prueba en la práctica del ensayo, único género capaz de revitalizarlas. Los ensayos de Alguien que canta… van y vienen entre tonos y objetos diversos: clásicos (Woolf, Kafka, Mansilla, Arlt), ídolos (Barthes, Piglia, Deleuze, Aira, Saer), contemporáneos (Chejfec, Guebel, Fresán, Chitarroni, Ramos), caballitos de batalla (Puig, Borges), enigmas (Walsh, Libertella), tótems incómodos (Fogwill, Lamborghini), amazonas únicas (Ludmer, Walsh, Moreno, Bléfari). Pero la pregunta que se hace el libro siempre suena más o menos así: ¿qué dicen los otros que escriben de la aventura del sentido? ¿Cómo la arman, cuánta fe o desconfianza le tienen, cuán lejos son capaces de llevarla?
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LA VIDA NUEVA

Esta es la historia azarosa de un proyecto en el que Raúl Zurita ha empeñado la mitad de su vida. En 1983, tras haber cambiado para siempre la poesía chilena con Purgatorio y Anteparaíso, Zurita comenzó a escribir La Vida Nueva, libro con el que cerraría una trilogía poética de proyecciones inauditas. A pesar de trabajar en él durante más de una década, tan solo pudo ver publicada una versión reducida en 1994, tras lo cual los manuscritos se extraviaron. Cuando, por fortuna, Zurita logró recuperarlos gracias a un coleccionista, el proyecto inicial se reveló ante él en toda su magnitud. Hoy, más de veinticinco años después, se presenta por fin la edición final de La Vida Nueva. Un libro -un universo- donde los vecinos anónimos, los ríos que hablan y padecen y aman, las fotografías de un país desolado, los detenidos desaparecidos, las ciudades, los sueños, el amor, y la «hermana luna», la «hermana noche» y la «hermana muerte» se entrelazan en un canto delirante que le devuelve a la poesía el aliento épico y la grandeza, y que confirma a Zurita como una de las más grandes voces de la poesía contemporánea.
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LA CIUDAD PEQUEÑA, LA GRAN CIUDAD

Antes de que Jack Kerouac se convirtiera en la voz de una generación, La ciudad pequeña, la gran ciudad, su poderoso y conmovedor debut literario, ya capturaba el pulso vibrante de la América de posguerra. Inspirado por el duelo por la muerte de su padre, su infancia en Lowell y movido por la determinación de escribir la Gran Novela Americana, la historia sigue a la familia Martin, en especial a los hermanos Joe y Peter, en su trayecto desde una pequeña ciudad de Massachusetts hasta la bulliciosa Nueva York. En este cruce de caminos entre lo rural y lo urbano, Kerouac captura la tensión, las esperanzas y las desilusiones de una juventud que busca su lugar en un mundo cambiante. Con una prosa lírica y evocadora, que recuerda a grandes novelistas estadounidenses como Thomas Wolfe, Kerouac traza un retrato íntimo y visceral de una América en plena transformación. La ciudad pequeña, la gran ciudad no solo es el preludio de la revolución literaria que vendría con En el camino, sino también un testimonio de los primeros pasos de un autor que estaba destinado a romper moldes y a redefinir la narrativa contemporánea. Una obra imprescindible para entender el origen de la sensibilidad Beat y el despertar de una voz que cambió la literatura para siempre.
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