En un artículo publicado en 1894 la novelista inglesa Sarah Grand acuñaba la expresión «Nueva Mujer» para referirse a las mujeres que, rebelándose contra el abnegado papel que les había tocado desempeñar en la era victoriana, empezaban a desafiar convencionalismos y normas sociales y luchaban por ser independientes profesional, política y emocionalmente. No necesariamente militante, aunque siempre enérgica, la Nueva Mujer dio pie a un nuevo prototipo de heroína en literatura: por primera vez pudieron leerse relatos protagonizados por mujeres escritoras, periodistas o detectives, que ejercían la medicina o administraban un banco; mujeres que abandonaban sin melodramatismos a sus maridos, incluso el mismo día de la boda, o que veían la muerte de éstos como una auténtica liberación; mujeres que conseguían que los hombres entablaran con ellas relaciones en pie de igualdad.
La sombra del cardo es una pentalogía que incluye algunas de las novelas más exitosas de la literatura japonesa de las últimas decadas: Azami, el club de Mitsuko; Hôzuki, la librería de Mitsuko; Suisen, el gato de Gorô; Fuki-no-tô, la granja de Atsuko y Mama, el caracol de Taro.
El 19 de noviembre de 1942, en el gueto de Dorhóbych, el pequeño pueblo austrohúngaro, hoy ucraniano, del que apenas había salido desde su nacimiento en 1892, muere asesinado por un SS Bruno Schulz, hoy considerado uno de los mayores escritores del siglo XX por la densidad poética de su prosa, la forma en que convierte el lenguaje en un acto de magia y, sobre todo, por la experiencia sin retorno de leerlo o de entrar en el universo lúgubre de sus dibujos.
Felipe II, el "Defensor de la Fe", es el soberano más poderoso del orbe. Largos años ha luchado contra judíos, musulmanes y protestantes, y sus súbditos han sufrido excesivos impuestos, pestes, intolerancia... Su reinado agoniza en tanto nace un mundo diferente: los castillos son sustituidos por las urbes, los campesinos por los villanos, los príncipes y reyes por los burgueses; falsos profetas dominan los caminos y hablan de un renacimiento. Felipe está cansado y enfermo; el arrepentimiento de sus excesos lo lleva a recluirse en el lugar que ha mandado construir para ser su última morada: El Escorial.
A veces, quien más te quiere es quién más daño te hace.
Lily no siempre lo ha tenido fácil. Por eso, su idílica relación con un magnífico neurocirujano llamado Ryle Kincaid, parece demasiado buena para ser verdad. Cuando Atlas, su primer amor, reaparece repentinamente y Ryle comienza a mostrar su verdadera cara, todo lo que Lily ha construido con él se ve amenazado.
Una tragicomedia irlandesa tan hilarante como desgarradora.
Les presentamos a los Barnes, una familia irlandesa infeliz de cuatro maneras diferentes.
El padre, Dickie, regenta un concesionario de coches heredado de su progenitor. Las cosas le iban razonablemente bien hasta que la crisis económica (y quizá también su heterodoxa labia de vendedor) empezó a afectar a las ventas. La madre, Imelda, viene de una familia humilde y es conocida por ser la mujer más hermosa del pueblo. En realidad, ella estaba enamorada de Frank, el hermano carismático —y fallecido— de Dickie, y ahora ambos arrastran un pasado con zonas oscuras.
En cuanto a los hijos: Cass es una adolescente en pleno descubrimiento del sexo y el alcohol que sueña con dejar esa maldita ciudad provinciana y marcharse a estudiar a Dublín. Mientras, mantiene una relación ambivalente, de devoción rabiosa, con su amiga del alma Elaine. Y el benjamín, PJ, sufre acoso en el colegio y teme que sus padres se divorcien, por lo que se refugia en los videojuegos. Allí conecta con un amigo virtual que puede no ser lo que parece...